¿Por qué y para qué la convocatoria?
Por un milagro. Porque hasta hoy el INE se percató —un año después de la elección que hizo alcalde a Blanco— de las presuntas faltas cometidas por el ex futbolista y frente a las evidencias su candidatura —y su gobierno— pudiera ser ilegítima.
Y dicen los conocedores “de la cosa político-electoral” que el escenario está puesto para que el INE y la Fepade —en mancuerna milagrosa— “muestren tarjeta roja” a Cuauhtémoc Blanco, quien habría “vendido caro su amor” en los prolegómenos de su candidatura —la que le reportó 7 millones de pesos— y hasta podría terminar en prisión a causa de presuntas raterías cometidas en Cuernavaca.
Lo curioso —para los observadores profesionales del intríngulis político-electoral— es que la acción legal del INE se produjo luego de que se alinearon —en perfecta metáfora astrológica— la denuncia periodística y la diligente orden del jefe del INE. ¿Y eso qué significa?
Casi nada, que el incentivo para la acción legal contra Cuau habría sido una entrañable amistad entre las partes denunciante en medios y actuante en el INE. ¿Justicia a modo, por amiguismo?
Y es que resulta curioso que durante meses muchos denunciaron el contrato entre Blanco y los dueños del PSD —además de irregularidades en la candidatura y la elección de Blanco— sin que el INE viera o escuchara.
El 29 de junio de 2015 —por ejemplo— aquí dijimos que el PRI promovió un recurso de nulidad de la elección de Cuernavaca —con los documentos que hoy son revelación— y que impugnaba “el cómputo, la declaración de validez de la elección y la elegibilidad de la planilla del PSD, así como la expedición de la constancia de triunfo, ya que violentan de manera flagrante postulados constitucionales y la ley electoral de Morelos”.
¿Y qué creen? ¡Nada!
El 22 de julio de 2016 denunciamos que Cuauhtémoc Blanco nombró como titular de la Dirección de Asuntos Jurídicos de Cuernavaca a Guillermo Arrollo Cruz, abogado que en mayo de 2009 defendió a la familia Pineda Villa, responsables del secuestro y crimen de los 43. ¡Tampoco nada!
Pero hoy se hizo el milagro. ¡El INE despertó de buenas y dio señales de que no está sordo, ciego y tampoco tullido! ¡Benditas amistades!
¿Ahora sí hará su trabajo? Al tiempo.