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EL ASALTO A LA RAZÓN

Pídanle perdón y liberen a Murillo

 

En su obsesión por echar abajo la “verdad histórica”, la 4T dedicó cinco años a perseguir a quienes dirigieron las primeras y más confiables investigaciones y a facilitar la excarcelación de asesinos que habilitó y adoptó como “testigos colaboradores”.

Sin embargo, esta semana (a nueve años de la noche de Iguala), el presidente López Obrador reivindicó la esencia de lo que a cuatro meses del crimen informó el entonces procurador Jesús Murillo Karam: los autores fueron delincuentes coludidos con autoridades locales de Guerrero.

Para vergüenza y desgracia: el caso está teniendo un patético giro de pastelazo.

Murillo Karam es quien encabezó las investigaciones que nadie ha podido echar abajo; es el más prominente personaje llevado a la cárcel por el efecto corruptor del desastre generado por el GIEI, la comisión de la verdad y la Fiscalía General de la República, bajo las demenciales acusaciones de tortura, desaparición forzada y delitos contra la administración de justicia. 

Pero, ¿qué hizo de veras que se pueda comprobar?:

­—Jamás dijo que todos, sino un “gran número” de Los 43 fueron victimados en el basurero de Cocula.

—Dejó abierta la investigación (nunca dijo que la entregaba cerrada).

—Lideró las diligencias, búsquedas y averiguaciones los dos primeros años con más de 500 elementos entre policías, peritos en distintas especialidades y personal de inteligencia (adicionalmente, la Federación desplegó como 10 mil elementos de la Policía Federal, Ejército, Marina y Cisen; se usó una treintena de helicópteros para la búsqueda y el propio Murillo acompañó a periodistas al basurero revelado por los homicidas).

—Solicitó el apoyo del FBI para los análisis telefónicos; recurrió a expertos de la UNAM, IPN, del Instituto Mexicano del Petróleo y los mejores nacionales e internacionales, y se aseguró (en el periodo 2014-2015) de que se realizaran más de 800 búsquedas y mil 300 peritajes en diversas especialidades.

—Tuvo reuniones con los padres de los muchachos y en Chilpancingo e Iguala participó en sesiones interinstitucionales; instruyó la integración de una mesa de información con autoridades de los distintos niveles de gobierno para recibir reportes en tiempo real sobre los avances en las indagaciones; creó un número 800 para recibir tips y ofreció recompensas.

—Con la finalidad de transparentar las investigaciones, les abrió las puertas al insidioso GIEI y al Equipo Argentino de Antropología Forense, ordenando se les diera acceso a todo el expediente del caso, y tanta fue su apertura que, por petición de los argentinos, autorizó que participaran en la selección de las muestras de restos para su envío a la universidad austriaca de Innsbruck (por ser una de las instituciones más reconocidas del mundo en antropología forense).

¿Murillo culpable de tortura, desaparición forzada y delitos contra la administración de justicia?

Va de nuez: padres, representantes y autoridades debieran ofrecerle disculpas y devolverle su libertad...

Ámbito: 
Nacional