Cd. de México (05 septiembre 2016).-
El reloj sigue su marcha y al Servicio de Administración Tributaria (SAT) se le acaba el tiempo para recuperar viejos adeudos.
De acuerdo con registros del SAT, existen un total de 76 mil 232 millones de pesos de adeudos fiscales con una antigüedad mayor a tres años.
De ese total, según los propios cálculos del SAT, son factibles de recuperar 41 mil 622 millones de pesos, pero el resto, 34 mil 610 millones de pesos, podrían perderse.
De acuerdo con lo establecido en el Código Fiscal de la Federación, el SAT tiene cinco años para poder cobrarle a un contribuyente algún adeudo, siempre y cuando éste no se encuentre en un pleito en los tribunales.
En algunos casos muy particulares, como la omisión de la presentación de la declaración anual de impuestos, la autoridad fiscal cuenta con hasta 10 años para poder realizar el cobro.
"Son menos los casos de deudas con un plazo de cobro de 10 años, la mayoría de las veces el SAT tiene únicamente cinco años para cobrar.
"Una vez concluido el plazo, ya no puede ejercer acto de cobro y el contribuyente no tiene que pagar el monto que le reclamaba la autoridad", explicó Arturo Carvajal, especialista fiscal del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
La autoridad suele ejercer su derecho de cobro de forma acelerada para evitar que las deudas de los contribuyentes prescriban, pero no siempre tiene fortuna en este sentido, añadió el especialista.
Algunos expertos consideran que la elevada cartera de adeudos fiscales pendientes por cobrar impiden al SAT recuperar todos los montos disponibles.
"Son millones de adeudos por miles de millones de pesos, pero la autoridad no puede enfocarse a todos, no tiene la capacidad para hacerlo y su estrategia ha sido ir por los más factibles de recuperarse y los de montos más elevados", según Manuel Toledo, socio fiscal de Andersen Tax & Legal.
Consultado al respecto, el SAT dio a conocer que realiza acciones de vigilancia constantemente sobre los contribuyentes para recuperar la mayor cantidad de adeudos en el menor tiempo posible y que a pesar del paso del tiempo busca ejercer su derecho de cobro.
No obstante, la autoridad fiscal reconoció que una buen parte de las deudas son de difícil cobro y por ello los cataloga de esa forma, aunque no por esa situación disminuyen los esfuerzos realizados para recuperarlos antes de que prescriban.