La ofensiva verbal es contra los ministros de la Corte, y contra la ministra Presidente, Norma Piña, pero los daños soncontrael poder Judicial de a pie, contra jueces, magistrados y los trabajadores de la judicatura federal.
Conforme se aclara a quién perjudicará el recorte presupuestal de 15 mil millones que se cocina en la Cámara de Diputados contra el poder Judicial, queda claro que la Corte como tal no será afectada, aunque esla cabeza de proa de la descalificación política.
La propia Corte ha hecho el recuento de los daños que espera y advierte que serán para los trabajadores en activo de ese poder, y para sus jubilados y pensionados.
Pocos gobiernos con tan poca calidad contable y moral para hablar de dispendio como el de López Obrador.
Conforme termina su trayecto, la cola mayor de la llamada 4T es dispendiopuro y duro, y una herencia de deuda que empieza a hacer crujir las amarrasdel barco.
Nada sino deuda quedará del dispendio en Pemex y en CFE, de los costos alzados del Tren Maya y de la refinería de Dos Bocas, y de las cuentas del derroche propuesto para 2024, que empezó a levantar alarmas ya en el imperturbable Banco de México.
En medio de sus cifras de falsa austeridad y grosero dispendio, el Presidente y sus diputados encuentran ofensivos, por dispendiosos, 15 mil millones que hay en fideicomisos del poder Judicial.
No los perturban los 384 mil millones que vaciarán el año entrante en trenes que no ruedan y en la refinería que no refina. Les preocupan los 15 mil millones que pagan prestaciones, pensiones y derechos laborales adquiridos de la judicatura federal.
Miden con varas muy distintas. Los 15 mil millones que quieren quitarle ahora al poder Judicial es lo mismoque le permitieron robar a Ignacio Ovalle y sus viejos amigos priistas en Segalmex.
Segalmex es el verdadero rostro contable y moral de este gobierno, el perfecto retrato de su sectarismo corrupto y dispendioso.