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Un bombardeo en un hospital de Gaza causa cientos de muertos

Un hospital de Gaza fue la noche del martes el escenario de una de esas tragedias que cambian el curso de una guerra. Al menos 500 palestinos han muerto, según las autoridades de la Franja, en un bombardeo israelí a Al Ahli al Arabi, un hospital en el corazón de la capital que estaba repleto tanto de pacientes como de personas que se refugiaban de los ataques aéreos. El ejército israelí, por contra, replica que la explosión fue fruto de un “lanzamiento fallido” de cohetes por parte de la Yihad Islámica. De confirmarse la autoría israelí, la tragedia del hospital gazatí sería una de las mayores matanzas jamás causada por un bombardeo de su ejército. La masacre da un vuelco a la visita que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, efectúa este miércoles a la zona para negociar la entrada de ayuda humanitaria a la Franja ante el agotamiento del agua, la electricidad y el combustible por el “cerco completo” decretado por Israel. Una matanza menor en un recinto de la ONU en Líbano llevó en 1996 al entonces primer ministro israelí, Simón Peres, a poner fin a la Operación Uvas de la Ira.

Las imágenes procedentes del lugar muestran a decenas de cadáveres trasladados al hospital Al Shifa, también en la capital. Al Jazeera ha difundido un vídeo que recoge el momento de la enorme explosión. El número de muertos en los 11 días de bombardeos ya superaba los 3.000, casi un tercio de ellos son menores, según datos del Ministerio de Sanidad.

El ejército israelí ha señalado que el análisis de sus “sistemas operativos” muestra el lanzamiento contra Israel de “una descarga de cohetes enemigos” que “pasó a través de las cercanías del hospital cuando fue alcanzado”. Y responsabiliza del impacto a un disparo fallido de la Yihad Islámica, sobre la base de “información de inteligencia” proveniente de “varias fuentes”. “Que el mundo entero lo sepa: los terroristas bárbaros de Gaza son los únicos que atacaron el hospital en Gaza, no el ejército”, ha reaccionado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

La noticia ha encendido las calles en el mundo árabe y musulmán. En la parte palestina de Jerusalén y en ciudades de Cisjordania como Nablus, Ramala y Belén, decenas de personas se manifiestan pidiendo la dimisión del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. Las fuerzas de seguridad están respondiendo con gases lacrimógenos y granadas de ruido para dispersar a los manifestantes. En Estambul, Amán y Beirut, miles protestan frente a las representaciones diplomáticas israelíes. Abbas canceló el encuentro a cuatro que tenía previsto celebrar este miércoles con Biden, el rey Abdalá de Jordania y el presidente egipcio, AbdelFatá Al Sisi. Posteriormente, el rey Abdalá anuló la reunión y Biden quitó Amán de su itinerario.

Al Jazeera ha emitido un discurso en el que Ismail Haniya, líder de Hamás, llama al “levantamiento” de todos los palestinos en el mundo y pide al resto del mundo árabe y musulmán que se sume a las protestas. “Estamos ante la escritura de la historia”, ha añadido Haniya, que ha reclamado una condena de EE UU y la comunidad internacional contra esta “matanza generalizada”. Jaled Meshaal, el exlíder de Hamás que vive en Qatar, ha pedido concentraciones ante las distintas representaciones diplomáticas de Israel.

El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha condenado “enérgicamente” el ataque contra el hospital, que gestiona la Iglesia Episcopal Anglicana de Jerusalén. Tedros ha pedido la “inmediata protección de civiles y los centros sanitarios”, así como la anulación de la orden de evacuación israelí de la mitad norte de Gaza, que ya han seguido 600.000 de sus 1,1 millones de residentes.

Hay, además, otros 400.000 desplazados, principalmente en hospitales y escuelas de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA, en sus siglas en inglés). Es el caso de los muertos en el bombardeo. Una parte ha perdido sus casas y otra se ha trasladado a lugares que considera más seguros frente a los ataques.

También han expresado su repulsa Jordania, Egipto, Qatar y la Liga Árabe. El jefe de esta última organización, Ahmed Aboul Gheit, ha pedido a Occidente que “haga parar inmediatamente la tragedia en la Franja”, mientras que el rey de Jordania habla de “masacre” y “crimen de guerra”. La diplomacia catarí ha definido de “escalada peligrosa la ampliación de los ataques israelíes a hospitales, colegios y otros centros de población”. El emirato, con una ambiciosa política exterior y conexiones tanto con Estados Unidos como Hamás, lleva a cabo tareas de mediación para alcanzar un acuerdo que permita la entrada de ayuda humanitaria a la Franja.


Un herido trasladado desde el hospital Al-Ahli yace en el suelo del hospital Al-Shifa.Foto: AP | Vídeo: REUTERS

El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina ha emitido un comunicado en el que subraya que esta matanza “quedará para siempre como una mancha en la conciencia de la humanidad, que ha sido testigo de los horrores cometidos contra el pueblo palestino sin actuar para detenerlo”.

Más comedida ha sido la reacción del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien ha señalado que la información “parece estar confirmada”. Michel ha recordado que los ataques contra infraestructuras civiles “no son acordes con el derecho internacional”.

Horas antes del bombardeo del hospital Al Ahli, Patricia Garrido, delegada en la ciudad cisjordana de Ramala del Comité Internacional de la Cruz Roja, lamentaba que no se estuviera respetando “el perímetro de los hospitales”. “Se está bombardeando y hay daños en infraestructuras sanitarias”, añadió Garrido, informa Patricia R. Blanco. Los bombardeos, además, generan problemas para la comunicación por radio y dificultan “el servicio de las ambulancias”. “El número del 101 [teléfono de emergencias en Palestina] está fallando”, señalaba a este diario.

El “bloqueo completo” por tierra, mar y aire a la Franja ordenado por el Ministerio de Defensa israelí el pasado lunes ha convertido en “hipercrítica, de un nivel insostenible” la situación en los hospitales de Gaza. En los dos hospitales que gestiona la Media Luna Roja en la Franja, en Ciudad de Gaza y en Jan Yunis, “se ha gastado ya desde el jueves el 80% del stock de combustible” y apenas quedan comida, agua o medicinas. Además de los pacientes, unas 8.000 personas se refugian allí de los bombardeos israelíes. “No sé cuánto más podrán aguantar si no abren el paso de Rafah” que conecta la Franja con Egipto. “Muchas vidas podrían salvarse, pero no se van a salvar si continúa” el bloqueo de la llegada de ayuda humanitaria.

Horas antes, Israel ya bombardeó una escuela de la UNRWA en el campamento de Al Maghazi, también en la capital, en el que había 4.000 personas al abrigo, según denunció el máximo responsable de la organización, Philippe Lazzarini. Al menos seis personas han muerto, aunque “el número probablemente aumente”. “Es indignante y muestra de nuevo un flagrante desprecio por las vidas de los civiles. Ya no hay lugares seguros en Gaza, ni siquiera las instalaciones de la ONU”, ha lamentado Lazzarini en un comunicado. La ONU provee a Israel las coordenadas de sus instalaciones.

Varias mujeres se lamentan en el hospital Al-Shifa, tras ser trasladadas desde el centro sanitario atacado.

Varias mujeres se lamentan en el hospital Al-Shifa, tras ser trasladadas desde el centro sanitario atacado. Anadolu Agency (Anadolu via Getty Images)

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