Conforme se acerca el fin del gobierno sus realidades quedan a la vista.
México termina este ciclo de transformación histórica como uno de los países más corruptos del orbe: en el lugar 126 de las 180 naciones que mide Transparencia Internacional.
Es también el país más corrupto de los miembros de la OCDE y el penúltimo en los del G20, superado sólo por Rusia (“México, país más corrupto de la OCDE y de los peores del G20” / Forbes / enero 31, 2023).
Hablamos de años de corrupción pública muy superiores a los impuestos por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, quien ha sido absuelto como un demócrata por el presidente en funciones, haciéndolo pasar del fondo del pantano donde lo tenía a la superficie del lago donde lo quiere tener ahora.
Hay un marcador de cómo va la puja entre estos dos gobiernos demócratas por el estrellato de la corrupción.
Con Peña Nieto, el fraude mayor documentado por fuentes independientes fue el de la estafa maestra, un mecanismo para mandar fondos públicos a entidades reales, que a su vez lo dispersaban a entidades imaginarias. La estafa maestra desapareció 8 mil millones del erario federal. Con López Obrador, el fraude mayor documentado hasta ahora es el de Segalmex, que esfumó 16 mil millones.
Marcador vigente: 16 a 8.
El gran costal de la corrupción mexicana de estos años, sin embargo, está apenas por abrirse. Se refiere a la adjudicación directa de contratos públicos de obras y servicios: durante este gobierno, 8 de cada 10 contratos se han dado sin licitación, a dedo.
Hay una medición de cuánto dinero ha sido eso en lo que va de 2023: 168 mil millones de pesos (Nuestro Dinero / contralacorrupcion.mx).
En el Plan Nacional de Desarrollo del año 2019 pueden leerse estas palabras presidenciales: “Quedarán prohibidas en mi sexenio las adjudicaciones directas”.
Se entiende la obsesión del Presidente por ganar las elecciones de 2024. Está cuidando su séptimo año, y el de sus cómplices y colaboradores.
Ya hay libros, venidos de dentro de la llamada 4T, que dan cuenta del mar de corrupción y el imperio del cash que se perfilan como los verdaderos modus operandi de la transformación histórica en que estamos.
No resistirán la primera auditoría.