Lucha político-legal Vs Graco
De cara a las infamias, a la búsqueda de dividir y de desgastar al Frente Amplio Morelense que intenta el desgobernador Graco Ramírez, el FAM tiene que insistir en una estrategia que contempla los frentes político y legal para librar a Morelos del aprendiz de dictador.
Políticamente, se lo ha desconocido como interlocutor, se ha buscado la negociación con la Segob, los plantones y las marchas continúan a diario, y sobre todo el acoso en cualquier sitio en el que se atreva a pararse lo llevan al acorralamiento, a grado que funcionarios federales, como el propio Miguel Ángel Osorio Chong, prefieran no pisar esta tierra mientras la presión sea tan adversa.
Legalmente, el Frente Amplio Morelense logró que la Suprema Corte de Justicia de la Nación diera entrada a su controversia de inconstitucionalidad por la reforma graconiana que elimina los mecanismos de participación ciudadana y que tenía por objetivo eliminar la consulta ciudadana para la revocación de mandato. Y existen amplias posibilidades de que la Corte corrija el entuerto de los “doctos” legisladores, que acaso sólo saben leer la denominación de los billetes que les han prodigado desde Casa Morelos.
Y sí, legalmente también la Ley de Transportes cuenta con un amparo, y esta misma semana puede otorgarse uno nuevo contra la nueva Ley del Instituto de Crédito, lo que significan sendos descalabros contra el desgobernador.
Legalmente, pues, tiene que continuar la lucha, ahora en el Senado de la República, para la desaparición de poderes y borrar del mapa al mandatario y su legión de incondicionales.
¿Quién está detrás de Graco?
Naturalmente sigue siendo el mismo empleado priista de siempre, mandatado a dividir a la izquierda, a complicarle la vida a los enemigos del régimen, cuya carrera política avanzó tranquilamente al amparo del dedazo desde las alturas de un régimen que no se ha cansado de echar mano de los mercenarios.
Ocurre ahora que, en el primer puesto de elección popular que obtiene el tabasqueño, deja ver que no es lo mismo obedecer con todo el respaldo de aquellos a quienes servía, que aprender a mandar y gobernar –y menos democráticamente-, porque hasta ahora su estrategia se reduce al chantaje, la amenaza, la calumnia y el infierno de la cárcel para sus enemigos.
Queda claro que no sólo puede estar detrás de él el Gobierno Federal, sino los grandes capitales con los que se ha asociado para concretar las “grandes obras” con cargo al erario público para que los dividendos sean disfrutados por unos cuantos.
Si el Gobierno de la República no quiere corregir el caos político en Morelos, quizá el hartazgo de los empresario-socios de Graco por no poder aterrizar sus proyectos los lleve a abandonar al desgobernador.
Lucha legal y política contra el tirano…