La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha concluido que no hay elementos que configuren plagio académico en los trabajos que las aspirantes presidenciales Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum presentaron en la casa de estudios para obtener el grado de licenciatura. Ambas políticas fueron señaladas de haber cometido plagio y sus casos fueron llevados ante la UNAM para que hiciera una investigación y emitiera un dictamen. La universidad ha comunicado sus resultados este viernes y ha puesto punto final a la polémica que envolvió a las aspirantes hace unas semanas.
En principio, Gálvez, abanderada presidencial del Frente Amplio, la alianza del PAN, PRI y PRD, fue acusada en septiembre de haber tomado referencias de otros autores, sin citarlas, para elaborar su informe de actividades profesionales, una modalidad de titulación —diferente a la tesis— en la que los egresados ponen en discusión aprendizajes de la carrera y de su experiencia laboral. El trabajo de Gálvez, titulado Diseño de edificios verdes e inteligentes, incluyó más de una decena de párrafos y gráficos sin referir a la fuente original, según documentó EL PAÍS. La UNAM ha señalado que pidió un dictamen al Consejo Técnico de la Facultad de Ingeniería, ante la que Gálvez presentó el trabajo de titulación para licenciarse como ingeniera. La casa de estudios ha indicado que el dictamen “concluye que se trata de un trabajo original que cumple con las finalidades de la modalidad de titulación con la que se graduó”. La universidad ha agregado que se solicitó a la autora enviar “precisiones a las citas ausentes en su informe profesional”.
A raíz de la polémica que envolvió a Gálvez, algunos usuarios de redes sociales y medios revisaron el trabajo de titulación de Sheinbaum, aspirante presidencial de Morena, el partido oficialista. Las publicaciones señalaban que Sheinbaum, una científica ambientalista con dos posgrados, no atribuyó a sus autores originales algunas fórmulas y párrafos en su tesis Estudio termodinámico de una estufa doméstica de leña para uso rural. La UNAM ha informado de que se solicitó una “opinión inicial” a la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información, la instancia que tiene los instrumentos técnicos para el análisis de estos casos, sobre las posibles coincidencias de la tesis con otros textos. “Al respecto, se señala que no fueron halladas similitudes ni omisiones mayores en el reconocimiento de otros autores en la tesis analizada”, ha señalado.
La UNAM ha aprovechado el comunicado para pronunciarse en contra de que la universidad sea objeto de presiones políticas en el marco de los comicios de 2024. “La Universidad está comprometida con la honestidad académica de sus estudiantes, académicos y egresados. También entiende que en los casos antes referidos se trata de figuras públicas y que las denuncias sobre las supuestas irregularidades están enmarcadas dentro de la contienda político-electoral del próximo año. Debe quedar claro: la UNAM no puede, ni debe, verse involucrada en la disputa electoral”, ha indicado. “La Universidad Nacional Autónoma de México cumple las misiones sustantivas que nos ha encomendado la nación y no debe ser un instrumento para fines ajenos a nuestras funciones académicas”, ha añadido.
Para evitar ser “utilizada con fines partidistas”, la casa de estudios ha tomado la decisión de que, si bien seguirá recibiendo denuncias sobre presuntas irregularidades en trabajos de titulación de candidatos a puestos de elección popular, no emitirá sus resoluciones sino hasta que concluya el proceso electoral del próximo año, en el que se renovarán la presidencia de la República, el Congreso federal y varias gubernaturas. Además, la UNAM ha decidido que “solo emitirá dictámenes sobre posibles plagios en aquellos casos en donde sea imprescindible la presentación de un grado académico para desempeñar un cargo de responsabilidad”.
En México, ningún cargo de elección popular exige contar con un grado académico, pues la Constitución consagra el derecho de todos los mexicanos a votar y ser votados sin discriminación de ningún tipo. Hay otros cargos en la función pública, que no son de elección popular, que sí exigen a los aspirantes tener un grado académico, por tratarse de puestos especializados. Es el caso de ministro de la Suprema Corte de Justicia, para el que se establece como requisito contar con licenciatura. La UNAM tiene pendiente emitir un dictamen sobre la autenticidad de la tesis con la que la ministra Yasmín Esquivel obtuvo el grado de licenciada en Derecho. Su tesis, sustentada en 1987, es casi idéntica a la presentada por otro alumno un año antes. La universidad no ha podido dar a conocer su dictamen por impedimentos judiciales derivados de recursos promovidos por la ministra.