"Cuando puedes medir aquello de lo que hablas, y lo expresas en números, entonces sabes algo acerca de ello".
Lord Kelvin
Selene Ávila, la diputada marcelista, estalló en tribuna la madrugada de este 9 de noviembre y acusó a los líderes de su propio partido de impedir la asignación de fondos para apoyar a Acapulco tras la tragedia del huracán Otis.
"¿Saben quiénes nos impidieron que transitaran [los recursos]? ¡Dentro de nuestra propia bancada de Morena! -dijo entre sollozos-. Que Guerrero se entere que, desde el Poder Legislativo, Morena, la bancada en que he creído y militado, traicionó a los que se han quedado sin nada, a los muertos... Traidores, vividores, abdicaron [de] su razón de ser. Déjenme sin cargo, pero no sin dignidad. Ahí están los que impidieron que llegara el dinero, los que abdicaron [de] su facultad constitucional desde este poder. Son una vergüenza de bancada. Me avergüenzo de ellas y de ellos".
La propuesta de los diputados marcelistas, presentada por Carol Antonio Altamirano, era tomar 15 por ciento de los excedentes petroleros de 2024 y etiquetarlos para Acapulco. Esto generaría un fondo de alrededor de 45 mil millones de pesos para la reconstrucción. La diputada Ávila afirma que ya había un acuerdo con Ignacio Mier, coordinador de la bancada, para aprobar la propuesta; pero cuando llegó el momento de votar, la mayoría de los legisladores de la 4T mantuvieron la posición de no presupuestar nada para Acapulco. La instrucción, no hay duda, vino de Palacio Nacional. No es algo que, en la vertical 4T, pudiera decidir siquiera el líder de la bancada.
El Presidente no ha querido explicar por qué se niega a etiquetar recursos para la reconstrucción de Acapulco. Es un esfuerzo al que él mismo se ha comprometido y para el cual, afirma, no hay límite de gasto. Quizá quiera gastar, pero no presupuestar. Esto es paradójico para un político que, cuando estaba en la oposición, les gritaba a los funcionarios del gobierno federal tras unas inundaciones en Tabasco: "Nada más que le pongan número, porque si no es pura demagogia... ¿Cuánto se va a destinar del presupuesto nacional a la reconstrucción de Tabasco?".
Quizá lo que le molesta al Presidente de ponerle un número concreto a la reconstrucción es que se le obligaría a hacer un trabajo serio, institucional, con todos los controles que esto significa. A AMLO le gusta tomar personalmente todas las decisiones y, sobre todo, que la gente le agradezca en lo personal cualquier ayuda. Si no hay dinero presupuestado, él podrá ordenar discrecionalmente cómo gastar esos 600 mil millones de pesos que dice que tiene en caja.
López Obrador también parece empeñado en borrar lo más pronto posible la tragedia de Acapulco. "Vamos bastante bien -comentó el 8 de noviembre-, la gente se ha portado mucho muy bien". ¿De verdad vamos bien? Quienes han estado en Acapulco en los últimos días tienen otros datos. ¿Y qué significa que la gente se haya portado bien? "Como antecedente -explica AMLO-, nada más decirles que yo, cada vez que he sido candidato..., siempre he ganado en Acapulco". Portarse bien es votar por él.
Va tan bien Acapulco que la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, emitió ayer un acuerdo para poner fin a la "situación de emergencia... por la ocurrencia de lluvia severa y vientos fuertes del 24 de octubre de 2023". ¡Qué gran trabajo! En apenas 16 días terminó la emergencia, mientras que el huracán Otis de categoría 5 se convirtió en una simple ocurrencia de lluvia severa y vientos fuertes. ¿Para qué ponerle un número a la reconstrucción si la emergencia ya terminó y fue de solo unos vientos fuertes y lluvia intensa?
· LUCY
La senadora Lucy Meza encabezaba las preferencias en Morelos, pero Morena no la dejó participar en el proceso interno por una supuesta "relación" con el fiscal estatal, Uriel Carmona. La realidad es que la vetó el gobernador Cuauhtémoc Blanco. Lucy renunció a Morena y ahora la ha cobijado el Frente Amplio. Hay riesgos en descartar a una candidata popular por un capricho.