¿Qué quiso decir el tabasqueño?
Y nos cuentan que el que le quiso echar mucha floritura al discurso, aunque para muchos su construcción terminó asemejándose a las de un personaje de Roberto Gómez Bolaños fue el gobernador de Tabasco. Y es que en su informe de Gobierno, Carlos Manuel Merino señaló: “Antes de dar lectura a este posicionamiento, quisiera nada más comentar, de acuerdo a lo planteado y al término que usaron de percepción que no es igual a realidad y redes sociales tampoco son igual a realidad, yo detecto o percibo que en algunos de ustedes se presenta una enfermedad que se está volviendo más común. O una afección más que una enfermedad y es el mareo por el vértigo. El vértigo que provoca la excesiva velocidad. La velocidad de la 4T y para lo cual aconsejo colocar sus asientos en posición vertical, jalar la mascarilla más próxima, y colocarla sobre nariz y boca, pero sobre todo ajustar su cinturón de seguridad y tener la bolsa de mareo, porque la Cuarta Transformación va a seguir acelerando a fondo”. Que ni la chimoltrufia daba para tanto, nos dicen.
Puebla: ¿habrá unidad?
Y fue el diputado Ignacio Mier quien finalmente puso fin al berrinche que inició el viernes pasado cuando le anunciaron que en la encuesta para nombrar al coordinador de la Defensa de la Transformación en Puebla y futuro candidato a la gubernatura había sido vencido por su primo, el senador Alejandro Armenta. Ayer ya apareció, tal y como lo había ofrecido para dar su brazo a torcer y, nos comentan, tomar el nada despreciable premio de consolación: la posibilidad bastante amplia de obtener una senaduría. Ah, pero llamó la atención que no mencionara, como sí han hecho otros derrotados en el proceso interno a quien lo superó y en cambio sí advirtiera que dentro de Morena hay “grupos de interés” que lejos de impulsar la transformación buscan beneficios personales y que es necesario combatirlos. Así que, nos dicen, en Puebla unidad, unidad, lo que se dice unidad, aún está por verse. Uf.
El oso jarocho
Y quien hizo el gran oso de su vida fue el exsecretario de Gobierno de Veracruz Eric Cisneros Burgos, pues quedó muy lejos de haber ganado la encuesta de Morena, como había presumido desde el pasado 28 de octubre. Ese día, luego de que el dirigente nacional del guinda, Mario Delgado, aplazara el anuncio sobre los ganadores para el 10 de este mes, Eric quiso madrugar y se asumió como “el ganador” del proceso interno. Hubo medios locales que en los días posteriores se referían a él como “el virtual ganador”. Sin embargo, el viernes recibió un golpe de realidad al observar que no sólo no ganó, sino que se fue al tercer lugar, muy lejos de quien siempre fue la puntera, Rocío Nahle. Nos cuentan que el mismo viernes Cisneros Burgos reconoció el resultado de la encuesta y luego se puso a reflexionar sobre su futuro, pues al quedar en tercer lugar no alcanzará premio de consolación. ¿Será?
Unidad azul en Guanajuato
Al igual que en la Ciudad de México, Morelos y Yucatán, el panismo de Guanajuato optó por la vía rápida y, sin raspones, definió su candidatura al Gobierno del estado, al perfilar a la secretaria de Desarrollo Social, Libia Dennise García Muñoz Ledo, como precandidata de unidad. Decantarse por la designación directa, nos hacen ver, tiene sus riesgos, pues algunos de los otros aspirantes pueden sentirse lastimados. Sin embargo, en las cuatro entidades en donde han recurrido a esta fórmula las cosas han salido bien, pues el PAN se ha ahorrado desgastantes procesos internos y ha mantenido la unidad. Claro que, salvo en Morelos, en las otras tres entidades falta pasar la aduana del PRI y del PRD, para que los prospectos panistas transiten hacia las respectivas candidaturas. El mayor reto, nos dicen, está en la Ciudad de México, en donde el PRI peleará hasta el final. Pendientes.
¿Qué será de Gatell?
Muchos se preguntan qué será ahora de Hugo López-Gatell, luego de haber quedado en tercer lugar en la encuesta para definir a la corcholata capitalina de Morena. Su tercer sitio lo coloca fuera de quienes tienen el derecho de aspirar al Senado. Por el resultado obtenido, quedó demostrado que la popularidad del exsubsecretario de Salud no es muy buena, a pesar de la gran exposición mediática que tuvo durante más de dos años por la pandemia del Covid-19. Porque lo que sí quedó claro es que es bastante conocido, pero de ahí a que sea aceptado o bien calificado, pues no tanto. De hecho en las malas notas se llevó a todos los demás contendientes por la CDMX de calle. Y ahora se quedó sin cargo en el Gobierno federal, sin reflectores y con un futuro incierto, pues… hasta el momento, nadie ha escuchado o sabido de alguien que tenga la intención de sumarlo a su equipo. Veremos.
“No somos sus servidores”
Vaya discusión la que tuvieron el gobernador de Baja California Sur, Víctor Castro Cosío, y el empresario Eduardo Sánchez Navarro. Y es que el segundo, al tratar de hacerle ver que había dado un trato injusto hacia el sector empresarial en el informe de gobierno del alcalde de Los Cabos, se encontró con reclamos del mandatario morenista, quien en diversos momentos le impedía expresarse y hasta señaló a los inversionistas de “abusivos”, de llevarse “la mayor tajada”. Sánchez Navarro en algún momento le quiso hacer ver que las obras que hacen falta en el municipio no toca realizarlas a los empresarios sino a los gobiernos y que a los primeros toca el pago de impuestos. Pero Castro volvió a su posición: “Se han beneficiado de la riqueza de nuestro pueblo… Ahí está la gente sin agua ¿qué han hecho?”. Y no sólo eso, también reclamó que los empresarios hubieran puesto un cuartel… “porque les conviene la seguridad”, a lo que Sánchez Navarro replicó que era para todos. Pero el Ejecutivo estatal no dejaba pasar nada. Y cuando se iba del lugar remarcó: “No somos sus servidores”. Uf.