Tiene una relación cordial: todos contra todos.
Florestán
El presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a las críticas de por qué, dijo, no ha ido a Acapulco, que sí ha ido pero el reclamo es por qué no hay evidencias de las cuatro veces que, afirma, ha visitado el devastado puerto.
Ayer en la mañanera dijo que su ausencia (sic) era para respetar la investidura presidencial y para no caer en provocaciones. Así lo explicó:
Es que si voy, si voy y les digo a ustedes, voy a estar en la colonia Regeneración —se equivocó, era en Ciudad Renacimiento, no Regeneración—, me van a ir a ver muchos porque me quieren como yo los quiero, el pueblo. Pero me van a mandar a 10, 20 provocadores con la televisión. Si no he ido es por eso (sic). Entonces, no puedo exponerme, no es Andrés Manuel, soy el presidente de México, tengo que cuidar la investidura presidencial y no puedo permitir que nadie me ningunee. O sea, prestarme, caer en una provocación, que eso es lo que quieren.
Y luego pidió que mostraran una foto para acreditar su visita a Acapulco, que fue la del frustrado viaje, el miércoles 25 de octubre, cuando el jeep militar que acababa de abordar quedó atrapado en el fango con él a bordo. La gráfica que proyectó en su mañanera fue la de ese mismo día, pero no en el puerto, sino en la carretera federal tras salir a pie del atasco, pero así la presentó.
Insisto en que no hay una sola evidencia de sus visitas y menos de que haya recorrido las zonas devastadas y tampoco de que haya hablado con alguno de los cientos de miles de damnificados.
Y ayer él mismo lo confirmó: no va para no caer en la provocación y para cuidar la investidura presidencial, que él es quien la irrespeta con su ausencia, sus temores, su distancia y sus versiones.
Aun así, dijo que irá hoy.
A ver si lo vemos.
RETALES
1. VICTIMITIS. El Presidente sigue siendo la víctima nacional número uno. Ahora acusa a la ex comisionada nacional de Búsqueda, Karla Quintana, de alterar el padrón de desaparecidos para afectarlo a él y a su gobierno. Y que hará un nuevo registro. En menos de cinco años los desaparecidos suman más de 46 mil. Los bajará con el maquillaje de la 4T, pero no serán menos;
2. BABIA. El Frente Amplio Opositor sigue en Babia. Tras la oportunidad perdida por la crisis de Clara Brugada, se dedicó a crear su propia crisis cuando el PRI desconoció la precandidatura del panista Santiago Taboada y ahora lanzan hasta el año que viene la designación de su candidato al gobierno de CdMx. Jugando para el enemigo;
3. DERROCHE. El presidente Enrique Peña heredó a López Obrador 388 mil millones de pesos de los fondos de estabilización para atender alguna emergencia. Pero él los hizo suyos y en menos de cinco años ha gastado 304 mil 687 millones, 87.7 por ciento, dejando un saldo de 84 mil millones. Así el derroche.
Nos vemos mañana, pero en privado