Sí, hay que cultivar la duda porque somos humanos. Y los demás también.
Florestán
Una de las frases que más ha repetido el presidente López Obrador es la de no al amiguismo, no al nepotismo, que choca con su regla mesiánica de que los que no están conmigo están contra mí.
Este principio de 90 por ciento de lealtad lo ha roto con varios de sus más cercanos con los que no ha tenido piedad, que desconoce, para arrojarlos de su paraíso de la 4T.
Y cito a su más cercano y leal, César Yáñez, por unas fotos de su boda; Carlos Urzúa, su primer secretario de Hacienda, y a su segundo, Arturo Herrera; a Alfonso Romo, el jefe de su oficina de la Presidencia; a Lázaro Cárdenas, su coordinador de asesores; a Javier Jiménez Espriú, titular de Comunicaciones; a sus dos secretarios del Medio Ambiente, Josefa Gómez Blanco y Víctor Manuel Toledo; a Olga Sánchez Cordero, a Irma Eréndira, a Ricardo Monreal, Julio Scherer, Adán Augusto López, Marcelo Ebrard y otros de los que dudó de su lealtad o le dejaron de ser útiles.
En este, su escenario, ha hecho escarnio de dos de los ministros a la Corte que propuso y a los que ha tachado de traidores y conservas: Margarita Ríos-Farjat y Juan Luis González Alcántara-Carrancá, por defender la Constitución y no a su movimiento.
Y ante esto, y en su proyecto de hacerse del control del Poder Judicial, así como controla al Legislativo, y a la renuncia de otro de sus incondicionales, Arturo Zaldívar, que le regaló el derecho de nombrar a su quinto ministro de la Corte, mandó su terna con tres candidatas que rompen su norma de no al amiguismo y no al nepotismo.
Y así, para que no le fallen, propuso a María Estela Ríos, su consejera jurídica que lo fue cuando gobernó Ciudad de México; a Lenia Batres, hermana de Martí, jefe de Gobierno, y a Bertha María Alcalde, hermana de Luisa María, secretaria de Gobernación.
Con esto busca el cien por ciento de lealtad en su asalto a la Corte y de ahí hacerse del control total: Presidencia de la República, Congreso y Poder Judicial, y el futuro.
El sueño dorado de un absolutista.
RETALES
1. MENSAJE. El ministro Luis María Aguilar Morales fijó posición ante todo esto: un juez que no es independiente es el mandadero de alguien. Este es uno de los ministros más denostados por el Presidente de la República, pero no se arredra;
2. APOYO. No entiendo, bueno, sí entiendo, la campaña de Martí Batres a favor de la ratificación de Ernestina Godoy como fiscal de justicia de Ciudad de México, cuando se trata de un organismo autónomo. Esa campaña confirma que no lo es; y
3. TÍTERE. O Samuel García enloqueció para dejar el gobierno de Nuevo León para ser títere en las elecciones presidenciales del año que viene, movido por López Obrador, lo que es inalcanzable pero lo durmió, o forma parte de ese juego al que se ha prestado, no sé a cambio de qué. Es un esquirol electoral.