¿Y todavía quieren reelección los diputados? Muy pronto enseñaron el cobre y que lejos de enmendar, van a lo que les importa: prioritario en la agenda legislativa local es definir la reelección de los diputados que tanto daño le han hecho a la entidad. Ni hablar: cinismo graconeano. Lo peor es que muchos podrán ser “reelectos” si van como plurinominales, lo cual contraviene la propia reelección, sobre todo si algunos, como el misógino sirviente de Graco llegó palomeado, no votado por el pueblo que lo que quiere es botarlo. Para Graco sería de lo lindo que sus incondicionales y serviles en el Congreso de hoy permanecieran en la siguiente Legislatura, para proteger sus intereses transexenales, pero sólo que sea vía plurinominal, aunque eso no es ser electo y mucho menos reelecto, porque no media sufragio alguno para ello. Quien haya pensado que había que bajar la guardia frente a la serie de barbaridades que está próximo a legislar el Congreso local se equivocaron. No se trata sólo de la atrocidad de la “reelección” vía directa por las plurinominales, sino de las calamidades que, por orden del desgobernador, aún les falta concretar. ¿Qué tan útil resulta impedirles a los diputados el acceso al Congreso, si a final de cuentas nadie tiene sobre ellos marcaje personal para evitar que sigan haciendo no de las suyas solamente, sino sobre todo las de Graco? Podría pensarse que ninguno de los hoy integrantes de la Legislatura se atrevería a salir a algún distrito tipo limosnero a mendigar el voto para después sentirse emperador, al estilo Graco y hacer de las suyas, porque en Morelos todos los repudian. Y sí, para la mayoría es así. No obstante, ¿qué les impide comprarse una posición plurinominal en el Congreso de la Unión? Si hasta ahora, el único derecho en nuestra incipiente democracia nos concede una clase política que sólo protege y eterniza sus intereses es el voto, cuanto antes hay que clamar no por evitar la reelección, sino por evitar los plurinominales en la eventual reforma político-electoral que se cocina en el Congreso de la Unión. Y como ya tienen prisa por el 2018 y asegurar su bolsillo y su futuro, una nueva advertencia: a Graco sólo le falta el control pleno del órgano electoral, el Impepac, por lo que hay que construir cuanto antes un órgano administrativo comicial verdaderamente capaz e imparcial, no a la manera de Puebla, Veracruz y otras entidades en las que claramente el Instituto Nacional Electoral entregó en los consejeros de los Organismos Públicos Electorales el control a los gobernadores vergonzantemente. Para los que preguntaban lo que le faltaba a Graco: 1.- La reelección de sus incondicionales. 2.- El control del órgano electoral local. 3.- Elegir un subordinado como sucesor. 4.- Fabricar una elección de Estado. Los peligros para avanzar en la democracia morelense no han terminado…
