El xylazine es un medicamento veterinario, que se utiliza para sedar caballos o anestesiarlos. En los últimos años, se ha mezclado con fentanilo y heroína para crear una nueva droga que los traficantes conocen como "tranq". Las pastillas de tranq han causado alerta en la comunidad médica. Sus usuarios no saben diferenciarlas de medicamentos para el dolor. En muchos casos, provocan sobredosis casi inmediatas. Y los ingredientes de este coctel, como muchas de las drogas más peligrosas hoy en el mercado, pasan por México en su viaje a EEUU, desde China.
El 27 de septiembre, en una corte de Florida, EEUU presentó una acusación contra una compañía y dos ciudadanos chinos. Los acusaron de vender xylazine y otros precursores que los traficantes usan para sustituir la piperidona. Durante años, esta ha sido el precursor base en la mezcla mortal que conocemos como fentanilo. Ahora, la están sustituyendo con otras sustancias más baratas, entre ellas, el xylazine.
Hace algunas semanas, reporté aquí un caso similar: una acusación que venía del trabajo de un agente encubierto. En la acusación de Florida, también los fiscales lograron conocer la logística del tranq, y el viaje de la piperidona, gracias a uno de esos agentes.
En 2022, el agente comenzó a negociar con un vendedor de la compañía Hanhong Pharmaceutical, con sede en Wuhan, China. Se comunicaban a través de la plataforma Wickr. Tras un par de semanas, el encargado de la empresa, Xuebi Gan, vendió al agente un sustituto de piperidona. El agente pagó en criptomonedas. Gan envió el producto a una dirección en Miami. Poco después, el agente hizo otro pedido y lo pagó por Western Union. Durante más de un año, hizo otros pedidos. Todos los envíos llegaron a Florida sin contratiempos.
En algún momento de ese año, el agente preguntó por otros sustitutos de la piperidona. Gan respondió que el más popular era uno que compraban sus clientes mexicanos. "Todos los clientes en México compran 79099 para obtener este producto (el fentanilo)", escribió Gan. Los mensajes fueron parte de la acusación.
Para confirmar la venta hacia México, la Fiscalía en Florida obtuvo información de las comunicaciones de Gan con otro cliente. Este segundo cliente había llegado a la empresa china a través del sitio cosmos.com.mx, donde se venden productos químicos legales.
En 2021, ese otro cliente contactó a Gan desde México. Le compró piperidona, que llegó a México en avión. Entre 2021 y 2023, dice la acusación, Gan "negoció la venta de cargamentos de precursores de fentanilo de varios kilogramos, que vendía a clientes mexicanos". La mayoría de los envíos llegaron a Culiacán.
En octubre, distintas fiscalías en EEUU presentaron ocho acusaciones por casos similares. En los documentos que he revisado hay menciones repetidas al papel de México en la cadena de producción y distribución de fentanilo. "Los precursores se envían desde compañías chinas a México, donde los traficantes sintetizan el fentanilo y lo distribuyen a EU", dice otro caso.
Mientras esto sucede en cortes de EEUU, esta semana AMLO se reunió con el presidente chino, Xi Jinping. Dijeron que iniciaría un nuevo grupo de trabajo México-China para el control de los precursores de fentanilo. El acuerdo sucedió en San Francisco, en la misma cumbre multilateral en la que Biden y Jinping, y luego Biden y AMLO, hablaron sobre la necesidad de frenar el trasiego de precursores de fentanilo.
En abril, en una carta a Jinping, AMLO dijo que su gobierno ha destruido "mil 383 laboratorios clandestinos, en los cuales se mezcla esta sustancia (fentanilo) con otras drogas y diversos precursores químicos". Ahora, en San Francisco, el mandatario mexicano aseguró que no hay laboratorios de fentanilo en México. Sin embargo, también esta semana, el secretario del Interior estadounidense, Alejandro Mayorkas, dijo ante el Congreso de su país que hay una "producción y tráfico creciente de fentanilo desde México".
Mientras se inauguran los grupos de trabajo y se debate en los discursos si existen los laboratorios, en sus páginas web, empresas como la de Gan y otras ofrecen piperidona (cuyo nombre técnico es 1-Boc-4-P), con anuncios de que pueden hacerse pedidos para México por WhatsApp. Desde febrero, una diputada de Morena propuso al Congreso controlar esta sustancia. La iniciativa sigue pendiente en comisiones.
@penileyramirez