Un punto central de Switchers S2. El segmento de la orfandad, el libro de Gabriel González-Molina que comento en estos días, es que “a poco tiempo de la elección de 2024, aún no hay nada para nadie... El mercado está polarizado, pero ninguno de los dos polos es lo suficientemente grande para ganar las elecciones”.
La elección no será ganada por los votantes que han definido ya su voto en favor o en contra, sino por “un grupo de electores”, los llamados switchers “que todavía no entregan su voto seguro a ninguna de las opciones actuales”.
González encuentra el mercado electoral repartido en cuatro segmentos: los Leales, los Anti y dos segmentos de Switchers: los S1 que votarán muy mayoritariamente por el oficialismo. Y los S2, que no han decidido su voto aún, pero están “alejados del Presidente“ y “ han vivido en la orfandad durante todo el sexenio, con la vivencia de que nadie ni nada los representa”.
Los números de estos cuatro segmentos son así:
1. Leales (voto duro AMLO): 21%.
2. Switchers 1 (muy pro-AMLO): 21%.
3. Antis (voto duro anti-AMLO): 23%, y
4. Switchers 2 (“huérfanos”, sin casilla elegida).
La buena noticia para el oficialismo, dice el autor, es que si ganan todo el segmento Switchers 1, que les es muy favorable, tendrán 42% de los votos. La mala noticia es que ese 42% no es un piso, sino un techo: es lo más que podrán ganar.
La buena noticia para la oposición es que los Anti son 23%, un voto duro mayor que el de AMLO, y que el segmento Switchers 2 está alejado de AMLO, pero tampoco es seguro para la oposición: es un segmento que hay que ganar ofreciéndole lo que quieren, no lo que inventan candidatos o partidos.
¿Y qué quieren estos S2?
Responde González-Molina:
Valoran su esfuerzo para salir adelante, aprecian el trabajo como fuente de riqueza, necesitan apoyo emprendedor, empleos con potencial de crecimiento, impulso a los micro y pequeños negocios. Exigen mejoras en educación y salud y una estrategia real contra el crimen organizado. Son sensibles a una narrativa de oportunidades para salir adelante y la esperanza de vivir mejor.
Quien los gane, ganará el 2024.