Hace de sus temas familiares y personales, políticas públicas.
Florestán
Yo no sé en qué momento se le ocurrió al presidente López Obrador, que es un hombre de ocurrencias, o quién le convenció, del ahora su proyecto de construir su farmaciota para atender el abasto, almacenamiento y distribución de medicinas en todo el país, uno de sus más graves pendientes.
Todos sabemos que, históricamente, la venta de medicinas al gobierno ha sido una fuente de corrupción y fortunas incalculables. Él llegó y acabó el esquema, pero que no resolvió el abasto ni la distribución, creando una crisis de salud que quiso resolver a través de varias instancias de gobierno que fracasaron.
De ese desastre le dio por esa farmaciota que, ha repetido, tendrá todas las medicinas de todo el mundo para todas las enfermedades y que bastará un telefonazo para surtir en cualquier lugar del país en menos de 24 horas, pues contará con transporte terrestre, aviones y helicópteros para las entregas.
Este proyectazo estaría listo a partir de diciembre, que empieza el viernes, con sus últimos 10 meses de gobierno, ese día cumple cinco años en la Presidencia, y ya lo retrasó para enero, pero anunció que ya compró el terrenazo para la farmaciota, en Huehuetoca, Estado de México, los almacenes de Liverpool, por el que pagará 2 mil millones de pesos y que son como cinco zócalos techados.
¿Y cómo lo va a abastecer? Pues él mismo lo dijo, desabasteciendo los almacenes del IMSS, del Issste y de la Secretaría de Salud, más lo que compre. Es decir, hacer un hoyo para tapar otro.
Así las soluciones, que no tienen mayor ciencia, a los más graves problemas como el de salud en los tiempos estelares de la 4T.
RETALES
1. AUDIENCIA. En el mayor de los secretos y por la ruta por la que López Obrador recibe en su palacio a quienes no quiere que se sepa, Claudia Sheinbaum entró ayer antes de las 12 por el estacionamiento de la entrada de Correo Mayor, citada por el Presidente para un acuerdo que no se dio a conocer. Por esa misma ruta salió, como otras veces. No es la primera vez que va a acuerdo;
2. ESCISIÓN. No hubo sorpresa alguna, se lo habían dicho y se negó a oír. Ayer se cumplió: Higinio Martínez dejó su cargo en el gobierno de Delfina Gómez y regresó a su escaño en el Senado. Duró 70 días. Era el jefe de gabinete y proyectos especiales de Estado de México. Ahora deja con todo el poder, que ya tenía, a Horacio Duarte, el hombre fuerte del gobierno mexiquense; y
3. QUÓRUM. Nadie de la 4T quiere que Ernestina Godoy deje la Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México. Pero carecen de los votos para construir la mayoría calificada en el Congreso local para ratificarla. Ayer hasta reventaron la sesión. Tendrán que buscar un relevo. Y a ver si López Obrador la incluye en la segunda terna a la Corte, porque la primera no pasará.
Nos vemos mañana, pero en privado