"Errar es humano, pero más lo es culpar de ello a otros".
Baltasar Gracián
Al presidente López Obrador le gusta victimizar a las víctimas. Lo hizo una vez más este 6 de diciembre al hablar sobre los cinco jóvenes universitarios torturados y asesinados que fueron encontrados en un vehículo cerca del campus de la Universidad de Guanajuato en Celaya. El cadáver de otro fue hallado posteriormente.
Andrés Manuel, quien siempre sabe todo de todo, afirmó que esta matanza -de esas que ya no existen- "tuvo que ver con consumo de droga, eso que estamos combatiendo allá y que no queremos que se extienda". Procedió a perderse en unas de esas divagaciones que acostumbra en las mañaneras: "O sea, no hay consumo de droga en Oaxaca, no hay consumo de droga en Chiapas. Incluso existe consumo, pero no es un problema. O sea, no existe consumo de drogas en Yucatán, no existe consumo de droga en Campeche, pero incluso en Sinaloa, en Jalisco, no hay ese consumo de drogas, es tráfico, pero no hay consumo de químicos. El problema en Guanajuato es que, por razones que deben de seguirse analizando, creció el consumo en jóvenes".
No hay, sin embargo, ninguna indicación de que los jóvenes asesinados hayan sido consumidores o traficantes de drogas. Es una calumnia. Se trataba de estudiantes de medicina de la Universidad Latina con buen comportamiento y sin ningún antecedente negativo. Pero aun cuando hubieran consumido droga, esto no tendría por qué justificar su tortura y asesinato.
Los gobernantes prefieren con frecuencia culpar a las víctimas que aceptar sus responsabilidades. Lo hizo Felipe Calderón cuando era Presidente y comentó que los 15 jóvenes asesinados en Villas de Salvárcar, Ciudad Juárez, el 31 de enero de 2010, eran pandilleros. La declaración era falsa y el Presidente se vio obligado a ofrecer una disculpa. Me pregunto si López Obrador se disculpará también, o si no lo hará porque esto podría manchar la investidura presidencial.
No hay respaldo, por otra parte, a la afirmación de que en Guanajuato se consumen más drogas que en otras entidades del país... ni entre la población en general ni entre los jóvenes. No lo sabemos a ciencia cierta porque la última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Encodat) se hizo en 2016, pero después el gobierno la suspendió por supuestas razones de austeridad. Por lo menos hace unas semanas ya se acaba de reanudar el ejercicio.
El consumo de drogas en Guanajuato entre la población joven de 12 a 25 años era inferior en 2016 al promedio nacional. El estado registraba una incidencia acumulada de uso de drogas ilegales de 11.1 por ciento, mientras que el promedio nacional se encontraba en 12.2. Campeche, donde dice el Presidente que no se consumen drogas, tenía 13.9; y Jalisco, que afirma tiene tráfico, mas no consumo, registraba la cifra más alta del país: 19.5 por ciento. La Ciudad de México, a propósito, tenía también un nivel muy elevado, de 15.8 por ciento, significativamente mayor al de Guanajuato (Encodat 2016-2017, p. 173).
El Presidente dice que las cosas van muy bien en seguridad porque tiene una reunión del gabinete todas las mañanas a las 6 en Palacio Nacional. Si a pesar de la información que recibe en esas juntas ofrece opiniones con datos tan equivocados habrá que preguntarse si realmente tiene sentido que se desmañane.
Ningún error de información, sin embargo, justifica culpar a las víctimas. Ni los jóvenes de Celaya fueron ejecutados por consumir o traficar con drogas, ni se vale inventar supuestas causas de estos asesinatos en el afán de decir que todo va muy bien en el país.
· MORIR EN CUERNA
Una maestra fue asesinada ayer en Cuernavaca por un delincuente que le robó su auto. El alcalde panista José Luis Urióstegui explicó: "Fue un robo y eso es circunstancial... Se estacionó para que su mamá... y su hija entraran a la escuela. Se acerca una persona, le intenta quitar el vehículo, hay oposición, le dispara y se lleva el vehículo... No podemos estar todo el tiempo en todos los lugares...". No, supongo que no.