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El ‘nearshoring’ y la fábula de la lechera

 

¿Se acuerda usted de la fábula de la lechera?

Esta fábula de Samaniego cuenta la historia de la lechera que, llevando su cántaro de leche empezó a fantasear con lo que haría tras venderla; compraría huevos que se convertirían en pollos, los cuales también vendería y se compraría un vestido y… de repente, distraída, se resbaló y se vino abajo con todo y cántaro y leche. Y adiós a todas las ilusiones.

Traigo a cuento esta historia a propósito del nearshoring.

A veces me da la impresión de que con el nearshoring nos está sucediendo lo mismo que a la joven lechera con su cántaro y que nos podemos resbalar en cualquier momento si no estamos atentos a la coyuntura.

La Secretaría de Economía actualizó la cifra de anuncios de proyectos de inversión, tanto de empresas extranjeras como mexicanas, asociados al nearshoring y reportó un monto de 106 mil 418 millones de dólares del 1 de enero al 30 de noviembre pasado.

Se trata de anuncios, desde luego, y no de inversiones que necesariamente ya estén en marcha… y allí está el problema.

Permítame referirle los principales casos que fueron citados por la dependencia.

El mayor de ellos, del orden de 15 mil millones de dólares es de Mexico Pacific Limited.

El proyecto incluye, en alianza con la CFE, la construcción de un gasoducto y una planta de licuefacción en Puerto Libertad, Sonora, para exportar gas proveniente de Texas. Ojalá el proyecto se concrete, pero es muy probable que todavía tarde años.

Otro caso es desde luego el de la planta de Tesla en Santa Catarina, Nuevo León, por 10 mil millones de dólares. Elon Musk refirió la semana pasada que su modelo de bajo costo empezará a producirse en su planta de Austin debido a que el proyecto para México aún va a tardar un buen tiempo.

Copenhaguen Infraestructure Partners anunció otro proyecto de gran envergadura, de 10 mil millones de dólares de inversión para producir hidrógeno verde en una zona cercana a Ixtepec, en el Istmo, presuntamente para producir combustible para embarcaciones. Hablando con expertos, me referían que ese uso del hidrógeno se encuentra en fase experimental y que las dimensiones del fondo danés que hizo el anuncio hacen dudar de su capacidad para invertir realmente 10 mil millones de dólares.

Woodside Energy es una empresa australiana que tiene un proyecto en el que se asoció con Pemex, para desarrollar el campo de Trion en aguas profundas del Golfo de México, y que le implicará una inversión de 7 mil 200 millones de dólares, de acuerdo con la Secretaría de Economía. El proyecto seguramente es viable, pero hay que recordar que ese tipo de desarrollos lleva bastantes años.

Kia anunció que ampliará su inversión en Nuevo León. Tanto Samuel García como la Secretaría de Economía manejaron que habría 6 mil millones de dólares más. La realidad es que la empresa anunció que duplicaría su inversión de 3 a 6 mil millones, lo que implica 3 mil millones más. Muy bueno, pero es la mitad de lo que se está contabilizando.

LGMG, un grupo chino dedicado a la producción de maquinaria para la industria de la construcción, especialmente elevadores externos, anunció un proyecto de 5 mil millones de dólares en Nuevo León. Esperemos que se concrete en los tiempos previstos.

Otra inversión que parece que viene con determinación es la de Ternium, en el estado de Nuevo León, por 3 mil 200 millones de dólares. Se trata de la mayor que ha hecho esta empresa siderúrgica en México.

La empresa china Cloud HQ planea invertir 3 mil 600 millones de dólares en Querétaro, en centros de datos. También parece caminar sin problemas esta inversión.

Jetour, empresa automotriz china, planea invertir 3 mil millones de dólares en el Bajío, en una empresa para la producción de autos eléctricos, aunque el proyecto apenas está en estudio y no tiene fechas concretas.

Pagatron, empresa china en telecomunicaciones, ya comenzó la construcción de una nueva planta en Ciudad Juárez, lo que traería otros 2 mil millones de dólares.

No cabe duda de que hay muchas inversiones firmes en curso, pero también hay muchas otras que siguen en veremos y algunas más que van para muchos años.

El nearshoring es una realidad, pero tenemos que crear condiciones para que se concrete, antes de que nos vaya a pasar lo que le ocurrió a la lechera.

Ámbito: 
Nacional