María Consuelo Loera es una figura inspiradora de la política denominada como “abrazos no balazos”. Un argumento que echó raíces en una sociedad donde se tolera el crimen con la hipótesis de que los delincuentes optaron por meterse al negocio de la violencia porque no les quedó de otra.
El lunes 30 de marzo de 2020, el presidente López Obrador se encontró con esta mujer emblemática, quien le entregó una carta cuyo contenido ha sido un gran misterio. ¿Por qué López Obrador se dejó fotografiar en público con esa mujer? El mandatario explicó que, por respeto, no pudo rechazar el pedido de esa adulta mayor.
Ese día quedó confirmado un mensaje contradictorio de la actual administración. Se reconoció la humanidad de quienes integran las bandas criminales. También se hizo patente que las familias de esos individuos no debían ser juzgadas con la misma vara.
Ese extraño saludo se leyó como complicidad, como un acto de tolerancia hacia la revuelta social que el narcotráfico ha implicado para la historia contemporánea del país.
Aquel encuentro fue sincero en una cosa: hizo patente la ambigüedad que no solo el Presidente sino la sociedad mexicana, de manera mayoritaria, tiene respecto de ciertos líderes como Joaquín El Chapo Guzmán.
Son causa de muerte, pero también víctimas de un sistema injusto que supuestamente justifica su papel en la sociedad. Algo parecido a Chucho El Roto, versión mexicana de Robin Hood.
En otra sociedad, la reunión de la madre del criminal y el Presidente habría sido un escándalo insoportable. Si no lo fue es porque el gesto de López Obrador fue recibido con aceptación entre una mayoría que cree que el narcotráfico es una actividad justificada en un país como México, desigual en su trato hacia el crimen popular respecto de la delincuencia de cuello blanco.
Si AMLO sobrevivió con legitimidad el saludo a la madre de El Chapo es porque una mayoría cree que no es del todo repudiable la actividad a la que se dedicaba su hijo.
Este es el dato político que no debería pasar desapercibido: no tanto que el Presidente haya saludado a esa mujer, sino que una mayoría haya considerado el gesto como legítimo.
Zoom: la ambigüedad moral respecto a quienes son responsables de tanta mortandad es un argumento que no debería pasar desapercibido. Mientras la madre de Robin Hood haya merecido privilegio, habrá una sociedad cómplice con la criminalidad.