Meade se la dio a Videgaray, Videgaray se la devolvió a Meade, Meade corre con el balón, nadie lo detiene, ¿pero qué ocurre? Meade se detiene en una yarda ignota y descubre que no trae en las manos ningún balón. Meade llora en la zona de anotación. Una desgracia, una tristeza.
José Antonio Meade le dio las gracias a Videgaray 120 veces y asumió la jefatura de las finanzas del país. Luis Enrique Miranda, que ha tomado más café que Balzac con los líderes de la CNTE se empodera (gran verbo) en la Sedesol y Aristóteles Núñez renuncia al SAT. Esa vacante, Gil se la ofrecía, sin pensarlo, a Virgilio Andrade que no trae chamba y trabaja de sal a sol. Meade tiene fama de ser buen secretario, y debe ser cierto, pues ha ocupado seis diferentes secretarías: le falta la Conade. Gilga espera que todo salga bien. En serio: pónganse las pilas, faltan dos años.
Una pequeña caravana
Gil considera con seriedad presentarse a la Secretaría de Gobernación para plantear algunas incomodidades propias de su oficio, la impunidad ya viene siendo mucha y nadie interviene en la vida de Gamés. Señor secretario: la caravana de Gilga es pequeña, consta de una sola persona, y van a perdonar, pero qué persona. Allá va Gil: marcha por el centro de avenida Reforma, ¿le pondrán patrullas protectoras?, da vuelta en General Prim y al llegar a Abraham González, en ese lugar deposita sus pertenencias para el campamento (lo ideal hubiera sido Bucareli, pero siempre está ocupado), ¿le pondrán un Sanirent para sus necesidades? Y al final, con la decisión de un hombre valiente, fatigado de la injusticia, a las puertas de Gobernación, Gil espera al secretario Chong, como le dice Liópez. Así se añadirá Gamés al mal humor de la nación, al malestar y la indignación. ¿Cómo la ven? Dicho sea esto sin la menor intención de un albur activista.
El jóven maravilla
¡Santas sorpresas, Batman!, con todos mis espots, mi nombre aparece en las encuestas como visible y muy probable candidato del PAN a la Presidencia. Yo no me confiaría, Robin, hace tiempo que en Ciudad Gótica las cosas no son como eran antes. ¡Santas desconfianzas, Batman! Los porcentajes hablan por sí mismos. Cuenta conmigo, Robin, incluso puedes hacer la gira en el Batimóvil, pero no eches las campanas al vuelo, recuerda a Margarita, a Madero y los sinsabores naturales de la vida cuando derruye las ilusiones que encuentra a su paso. ¡Santas frases inspiradas, Batman!
Si Batman fuera presidente del PAN otro gallo les cantara, pero los panistas han tenido que conformarse con el Joven Maravilla. Nada le hace. Los desarreglos panistas llegaban al río cuando el Joven Maravilla los detuvo obteniendo un pacto de silencio entre los contrincantes. Un documento que obra (sí, obra) en manos de Gilga, habla con toda claridad de ese pacto de silencio. ¿Cómo ven a Gamés escribiendo como columnista de fuste y fusta?
Quevedo vino en ayuda de Gil: Bien acierta quien sospecha que siempre yerra.
Gil s'en va