Personas, empresas y Gobierno usan estos trabajos de protección ante temor al crimen; Chevrolet, Jeep y Ford, las más protegidas; el 69% recurre al nivel 3, que es contra asalto, señala presidente de la AMDA; le sigue con 12% el nivel 5 que resiste armas largas
El incremento en los niveles de inseguridad ha llevado a un repunte del 29 por ciento en el blindaje de vehículos en México hasta el primer semestre del 2023, en un fenómeno en el que cada vez más personas intentan protegerse contra robos y agresiones por sus propios medios.
De acuerdo con la empresa Blindajes Alemanes, la marca más protegida es Chevrolet, a la que le siguen Jeep y Ford; además, por modelo, las camionetas tipo SUV son las más reforzadas, con 90 por ciento del mercado; las pick up, con ocho por ciento, así como los tractocamiones y modelos sedán, uno por ciento.
Según datos disponibles de dicha compañía, en México 69 por ciento de los autos que se blindan corresponden al nivel 3, que regularmente es para robo o asalto a pasajeros y que resiste todas las armas convencionales de calibres .22, .38, .45, 9 milímetros, .357 Mágnum, Mágnum .44, y subametralladoras del mismo calibre.
Además, incorpora cristales blindados B33 Multi-hit de 22 milímetros de espesor, capaces de aguantar hasta cuatro impactos AK47 y un impacto AR15.
Para el blindaje hay de todo, desde particulares, empresas y el Gobierno federal, como lo son las Fuerzas Armadas para el combate a grupos armados
Esteban Hernández López, Presidente de la AMBA
En segundo lugar, con 12 por ciento se encuentra el nivel 5; en tercer lugar, el 4, y en último lugar el nivel 7, que soporta impactos de municiones tan potentes como calibre .50, usada por francotiradores desde una gran distancia o para perforar motores de vehículos y helicópteros en movimiento, además de muros de concreto.
Esteban Hernández López, presidente de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA), aseguró a La Razón que las personas buscan asegurarse ante cualquier emergencia, debido al aumento de la violencia que hay en el país, pero también en previsión de circunstancias como el acercamiento de la producción de las empresas a los mercados de consumo.
“En México 90 por ciento de vehículos que se blinda son camionetas y el resto está repartido entre pickups y sedanes. Para el blindaje hay de todo, desde particulares, empresas y el Gobierno federal, como lo son las Fuerzas Armadas para el combate a grupos armados. Además, el nearshoring nos ha traído una gran demanda porque llegan las empresas y quieren proteger a sus funcionarios”, explicó.
También resaltó que a partir de la pandemia por Covid-19 comenzó el repunte de blindaje, siendo la Ciudad de México y su área conurbada la que más ha solicitado el servicio, además de Nuevo León y Jalisco, que son las ciudades más grandes en el país.
Que la gente intente por sus propios medios protegerse, como es el caso del aumento en el blindaje de autos, es un síntoma más de que la inseguridad sigue creciendo en el país
Noemí Berenice Luna, Integrante de la Comisión de Seguridad Ciudadana de San Lázaro
“El nivel que más se usa en México es el 3, que es para asaltos y todo tipo de delincuencia que quiera despojar; sin embargo, se llegan a ver niveles 7, que son para ataques más del tipo terrorista”, subrayó.
Según sus estimaciones, el panorama para los siguientes meses es de crecimiento, pues destacó que la inseguridad en el país es el principal factor para que siga en expansión la industria del blindaje de vehículos automotores.
Y es que de enero a noviembre del 2023 se tienen contabilizadas 125 mil 228 carpetas de investigación iniciadas por robo a vehículo automotor, entre los que destacan los ilícitos cometidos contra automovilistas comunes y/o de carga.
Al referirse a este fenómeno, Noemí Berenice Luna Ayala, integrante de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados, dijo que es una muestra más de que “la estrategia de abrazos y no balazos” del Gobierno federal ha fallado y que en el país se vive una profunda crisis de seguridad, donde hay ciudades como Zacatecas, de donde es representante la legisladora, donde más del 90 por ciento de los habitantes vive con miedo.
“Que la gente intente por sus propios medios protegerse, como es el caso del aumento en el blindaje de autos, es un síntoma más de que la inseguridad sigue creciendo en el país”, apuntó.
Puso énfasis en que el país entrará en la recta final de esta administración, con un año aún más violento, sobre todo por el tema electoral que se avecina, pues a medida que pasan los meses el clima de violencia va en aumento, sin una respuesta visible para combatirlo. “Hay una terquedad de no combatir la inseguridad, de no cambiar la estrategia y lamentablemente los funcionarios dicen que los mexicanos están más preocupados por los baches que por la inseguridad, lo que denota una falta de sensibilidad”, agregó.
Sostuvo que el 2023 está reprobado en materia de seguridad, debido a que las autoridades, en vez de enfrentar la delincuencia, sólo criminalizan a la población y por eso ésta busca protegerse de acuerdo con sus posibilidades.