"Una buena forma de medir a un país es ver cuántos quieren entrar... y cuántos quieren salir".
Tony Blair
El presidente de Estados Unidos Joe Biden está preocupado por el tema migratorio. Por eso envió una delegación de alto nivel para presionar a México a tomar medidas para restringir la migración. El mandatario ha permitido también el cierre de puertos fronterizos, a pesar del daño que esto ocasiona a empresas y consumidores a ambos lados de la frontera. Lo hace porque la migración está en camino de ser, nuevamente, el foco de una campaña electoral que, aunque apenas está empezando, Biden está perdiendo.
La delegación estadounidense que visitó México el 27 de diciembre incluía al secretario de Estado Antony Blinken, el secretario de Seguridad Alejandro Mayorkas y la asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca Elizabeth Sherwood-Randall. Al concluir la reunión Blinken señaló en X: "Estamos comprometidos con asociarnos con México para enfrentar nuestros retos compartidos, incluyendo el manejo de una migración irregular sin precedente en la región, la reapertura de los puertos clave de ingreso y el combate al fentanilo ilícito y otras drogas sintéticas".
La visita coincidió con una nueva caravana de migrantes que salió de Tapachula con rumbo a la frontera con Estados Unidos. Las imágenes de estas grandes marchas de migrantes, que en plan de desafío buscan cruzar en grupo la frontera, se han convertido en uno de los grandes acicates del rechazo a la migración en la campaña electoral de la Unión Americana. Los líderes de esta caravana portaban, para explicar su situación, un cartel que decía: "Éxodo de la pobreza".
A pesar de que el presidente López Obrador afirmó en X que en la reunión "se lograron importantes acuerdos en beneficio de nuestros pueblos y naciones", ni el gobierno de México ni el de Estados Unidos anunciaron medidas concretas para enfrentar la crisis migratoria, solo una vaga promesa de formar, en palabras de la canciller Alicia Bárcena, "un equipo de trabajo conjunto para tener reuniones periódicas; vamos a trabajar en conjunto con Guatemala, con los países de Sudamérica y Centroamérica". La falta de medidas concretas revela las diferencias entre Estados Unidos y México. El presidente López Obrador afirma que sus programas sociales y la disminución de la violencia han hecho que se reduzca el número de migrantes mexicanos y que el problema ahora sea la falta de ayuda económica de Estados Unidos a los países expulsores. Pero esta información es falsa. El número de migrantes mexicanos se mantiene a niveles muy elevados. La ayuda económica de la Unión Americana, por otra parte, no garantiza la generación de empleos en Centroamérica, Venezuela y Cuba.
En noviembre de 2023 la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos reportó 242,418 "encuentros", es decir, detenciones y expulsiones, de migrantes indocumentados de todas las nacionalidades en la frontera con México. Entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, el año fiscal 2022-2023, el total llegó a 2,475,669; en 2020-2021, fueron 1,743,686. En noviembre de 2023 los mexicanos detenidos o expulsados en la frontera de Estados Unidos con México ascendieron a 64,811; un año antes habían sido 59,348. En el año fiscal 2022-2023 los "encuentros" con mexicanos en la frontera fueron 717,333.
Si bien el presidente López Obrador nos dice que estamos muy bien en México, la verdad es que cientos de miles de connacionales siguen arriesgando la vida cada año para entrar a Estados Unidos, un país con políticas "neoliberales". Estos mexicanos, como los centroamericanos, venezolanos y cubanos, están votando con los pies.
· PÉRDIDAS
Nuevamente ayer el presidente López Obrador se quejó de uno de mis artículos. Criticó que haya señalado que Aerolíneas Argentinas perdió 7,433 millones de dólares entre 2009 y el primer semestre de 2023, pero no desmintió el dato. Me acusó, además, de defender a empresas que evaden impuestos, cosa que nunca he hecho. Sin embargo, le agradezco siempre al Presidente que me lea.