I. A trabajar. José Antonio Meade, nuevo secretario de Hacienda, comenzó su encomienda con agenda llena. Se reunió con colaboradores, diseñó planes, respondió a los cuestionamientos periodísticos y entregó el paquete económico para 2017 a los diputados. Sobre éste dijo que está “a la altura del momento que vive el país”. Va con ajuste a la baja. Será de 4.3 billones de pesos y se prevé un recorte por 239 mil millones de pesos. Reduce el gasto e incluye propuestas para simplificar el pago de impuestos a las pequeñas empresas. En resumen, no hay más impuestos, pero no habrá más lana. Es el principio de una reingeniería en la administración de Enrique Peña Nieto. Y va tan bien que hasta los legisladores garantizan un buen manejo de la economía con Meade. Eso es confianza.
II. Distensión. Por algunas horas, los maestros disidentes dejaron de dar molestias. Luego de que el miércoles el 98% de las escuelas de Oaxaca iniciaron el ciclo escolar, Aurelio Nuño, el titular de la SEP, aseguró que podrían estar en condiciones de planear la mesa de negociación para atender problemas administrativos con los docentes de la Sección 22 de la CNTE. “Para tener un país exitoso con ciudadanos felices necesitamos un proyecto sólido y coherente en materia educativa. Queremos que todos los niños y jóvenes de México tengan una educación de calidad”, señaló. Y por si le faltara ánimo, Nuño visitó ayer la escuela primaria en la que estudió. Alimento para el espíritu. Urge acabar con la guerra entre magisterio y gobierno federal.
III. Desfalco. Fernando Dante Imperiale García, excandidato del PRD a la gubernatura de Campeche, fue notificado del auto de formal prisión en su contra por su probable responsabilidad en la comisión del delito de defraudación fiscal equiparable en su carácter de administrador único de una compañía. Pequeño error por el que lo investiga la PGR. Imperiale era administrador de grupo Fimper y omitió presentar la declaración para efectos del ISR y la del IETU, del ejercicio fiscal 2010, dejando de pagar siete millones 762 mil 849.01 pesos en impuestos. ¿Si no pudo limpiar la casa, cómo iba a conducir una entidad? Evasión de impuestos en el PRD. Otra mancha al tigre.
IV. Ironía. La batalla de declaraciones entre el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez El Bronco, y Andrés Manuel López Obrador, sube de tono. El nuevoleonés dijo que propondría al Vaticano canonizar a AMLO, porque “todo el mundo es malo para él”. Y tras ser vinculado por el líder de Morena con la “mafia del poder”, respondió: “Él es un beneficiario de esa ‘mafia’, pues se gasta los impuestos y el dinero de los mexicanos. Si se atreve a renunciar a la prerrogativa pública, pudiera yo ser el coordinador de su campaña...” Error: el político aquí es el tabasqueño. El Bronco, con ese tipo de declaraciones, sólo figura como un improvisado. ¿No lo ve?
V. De película. Lo que sucedió en Hidalgo no forma parte de un guión cinematográfico. A Filiberto Hernández Monzalvo, exalcalde de Mineral de la Reforma, lo acusan de dejar las arcas con sólo cuatro mil pesos. El 5 de septiembre, cuando se renovaron poderes en 84 municipios del estado, el priista salió huyendo antes de realizar el proceso de entrega-recepción al munícipe panista Raúl Camacho Baños, quien lo acusó del despojo. En vez de defenderse de los señalamientos, ese día salió entre empujones de su oficina. “No estoy huyendo, tengo cosas que hacer”, les dijo a los reporteros que intentaron entrevistarlo. Y, claro, se fue con el costal de dinero. Arrasó, cuentan, hasta con el aguinaldo de sus regidores. ¡Ni en el cine!