Plagió parte de su tesis profesional; jamás compareció ante el Congreso capitalino; espió a opositores como Santiago Taboada; impidió que la directora Serranía y otros funcionarios relacionados con el colapso en el Metro declararan ante el MP; ignoró las muertes de las hermanas que cayeron en una alcantarilla; le inventó el delito de “garante accesoria” a la sobrina política del fiscal Gertz; encarceló ilegalmente al fiscal de Morelos; alteró los exámenes psicológicos de las hijas del ex magistrado del Tribunal Superior Manuel Horacio Cavazos para que no fuera procesado por violencia y abuso de las mismas; exhumó un falso caso de trata de mujeres (atribuido al priista Cuauhtémoc Gutiérrez); desoyó a los colectivos de madres buscadoras; fue incapaz de dar con la autoría intelectual del atentado contra Ciro Gómez Leyva, y un largo etcétera.
Pero de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum para abajo en el oficialismo, la señora tiene cualidades excepcionales, en especial que persiguió a un supuesto “cartel inmobiliario” en la alcaldía Benito Juárez, sospechosamente la única de 16 demarcaciones donde “se descubrió” corrupción en el tema de conjuntos habitacionales y que gobernó Taboada, el más fuerte contendiente de la morenista Clara Brugada en la disputa por el gobierno de la capital.
“Fue una venganza porque Ernestina Godoy es una mujer íntegra, honesta; una auténtica impartidora (sic) de justicia. Sin embargo, como se atrevió a investigar actos de corrupción de funcionarios del PAN en la delegación Benito Juárez y en otras partes y se demostró que hacían negocios entregando permisos de construcción a empresas inmobiliarias, recibían moches, extorsiones (…),entonces, como a Ernestina Godoy le tocó enfrentar esta situación y actuó con rectitud, pues se vengaron, fue una vil venganza”, dijo AMLO ayer en su mañanera.
Sheinbaum exeó:
“Ernestina Godoy es una mujer honesta, profesional, incorruptible, un ejemplo de cómo se procura la justicia. Tuvo logros importantes en la disminución de delitos de alto impacto, cero tolerancia a feminicidios y una enorme valentía para desenmascarar y hacer justicia en casos de corrupción, como el cartel inmobiliario y la trata de personas. Esa es la razón por la cual la oposición votó en contra de su ratificación…”.
Lo del sobado “cartel” es una patraña: los permisos de construcción aludidos fueron autorizados por el gobierno central de CdMx. Todas las acciones relacionadas con edificaciones pasan por la máxima autoridad local (el uso de suelo, los trámites de medio ambiente y agua, la inscripción ante el Registro Público de la Propiedad y el pago del impuesto predial pasan siempre por la Jefatura de Gobierno), y los personajes que presumen ya fueron “sentenciados y hallados responsables por el cartel inmobiliario” no tienen relación alguna con los delitos que les atribuyen.