Incognitapro

SERPIENTES Y ESCALERAS

Frente a la crisis de gobernabilidad, el jefe del ejecutivo de Morelos apuesta por entrevistas. El escenario para el estado no podría estar peor: un gobierno acorralado, una sociedad enfurecida y un gobernador en campaña. ¿Qué falta por pasar?

 

La suma de enojos, envidias, rencores, intereses y venganzas se han convertido en un factor muy peligroso para Graco Ramírez y para su familia. Los tiempos en los que el perredista controlaba el estado y gozaba de un fuerte blindaje político en el centro del país se acabaron: la crisis que agobia su administración es inocultable y los conflictos no se resolverán sólo con entrevistas de prensa. El problema en Morelos es de fondo; el neovisionismo está colapsando.

Graco Ramírez enfrenta el momento más severo de su administración y quizá el más complejo de su carrera política. El escenario para el tabasqueño no podía ser peor: ha perdido la gobernabilidad, los grupos inconformes se han aglutinado en un solo frente en su contra, la federación comienza a intervenir en asuntos que competen a la política interna del  estado y financieramente el régimen está colapsando.

Según el discurso oficial Morelos vive tiempos de bonanza: somos una entidad que repunta en todos los rubros, que goza de la confianza ciudadana, donde hay seguridad, paz, turismo, inversión y desarrollo para todos; nada falla en el Morelos de Graco. “La gente vive tranquila, confía en mi… y tenemos Beca Salario” dice el tabasqueño.

Pero los problemas de la entidad no se resuelven con declaraciones fantasiosas ni con estadísticas favorables. De nada sirve que el titular del ejecutivo ande en campaña presidencial por todo el país presumiendo un estado de ensueño, ni que contrate entrevistas en medios de comunicación para vanagloriarse con logros, si lo que presume no es percibido por los ciudadanos.

La estrategia de Graco Ramírez es fallida en su conjunto: frente a la crisis de gobernabilidad apuesta por un cambio en su estrategia de medios, pero no hace nada para resolver los conflictos sociales ni para mejorar su operación política. El equipo estratégico del ejecutivo piensa que con entrevistas de chocolate, declaraciones optimistas y selfies en redes sociales superará una crisis que es resultado de cuatro años de descuidos, de omisiones, de enfrentamientos y de falta de diálogo. Lo único que está logrando Graco por esta nueva vía es avivar el enojo de la gente y radicalizar las posiciones de los críticos de su gobierno.

El momento que vive la entidad es muy complicado para todos: la conducción de los tres poderes del estado está en manos de personas que en lugar de buscar caminos para solucionar los problemas, avivan la llama de la discordia. El ejecutivo mantiene una línea de confrontación permanente, no acepta críticas e insiste en llevar al estado a un escenario de choque. Desde el congreso le hacen segunda: los diputados se han convertido en los defensores de todas las causas del tabasqueño y asumen posturas que no corresponden a su investidura, por lo que se han quedado sin interlocución con la sociedad.

No hay manera de que las cosas salgan bien en un ambiente así. Ya son muchos los grupos que alzan la voz en contra el gobierno y no se ven caminos que conduzcan a la conciliación; los opositores al régimen se van sumando en una sola línea, el gobierno federal ya entró a suplir las labores que tendría que realizar el régimen estatal y el gobernador en lugar de buscar bajar la presión hacia su gobierno, endurece la línea y apuesta por la derrota del rival.

No hay condiciones para que el gobierno federal respalde la petición de salida de Graco Ramírez, pero tampoco tienen los elementos para arreglar los destrozos que el perredista ha causado en el estado. Los canales legales para la destitución del gobernador fueron anulados por esta legislatura y la vía política se ve muy lejana dados los conflictos que agobian la agenda nacional del presidente.

Lo que si es posible es que la presión ciudadana impida al ejecutivo realizar su labor, le arrincone más de lo que ya está y eventualmente provoque escenarios de resistencia social que pasen de la movilización pacífica a los actos radicales. Con el apoyo del congreso local y el respaldo de la federación Graco puede llegar hasta el final de su periodo, pero no hay forma de que la situación mejore, ni de que las cosas cambien en la entidad. El cierre de sexenio será una pesadilla para todos.

La apuesta de Graco Ramírez ha sido desde el principio la manipulación, la mentira y la confrontación: el tabasqueño juega con las cifras, las valida cuando le convienen y las desprecia cuando no le son favorables; el perredista inventa sus propias historias, vive una realidad alterna y miente sistemáticamente bajo la lógica de que repetir una fantasía la convertirá en verdad. Pero eso no es todo: además el gobernador confronta, agrede, ofende, desprecia y lastima por el gusto de hacerlo.

Esta política ha tenido consecuencias. A pesar de que hay logros en algunos rubros, la actitud del gobernador los anula; Graco Ramírez es hoy un político repudiado en Morelos y mal calificado en el país, en la entidad no hay recuerdo de un gobernante tan despreciado como lo es hoy el tabasqueño y a nivel nacional nunca, ni con Carrillo Olea, un mandatario estuvo tan mal calificado como lo está hoy el perredista.

Llegar a esta situación no fue casualidad, fueron cuatro años de una política interna equivocada, de un pésimo manejo de la comunicación, de la destrucción constante de los canales de diálogo y de la confrontación permanente con todos los grupos sociales. La crisis que hoy agobia a Graco no sorprende a nadie, pero lastima a todos.

En muy difícil, casi imposible, que Graco Ramírez salga del hoyo en el que se encuentra, sobre todo porque no está dispuesto a cambiar de actitud ni se acompaña de una estrategia adecuada. En medio del caos el discurso de Graco sigue siendo retador, mentiroso y de choque. El tabasqueño es agresivo al hablar, no acepta críticas ni errores y sólo presume las acciones que derivan de un programa federal (la Beca Salario) y de un proyecto local fracasado: la seguridad.

En menos de un año arranca legalmente el proceso electoral y antes de eso los partidos delinearán sus estrategias para la sucesión. Graco ya no tiene tiempo para recomponer, es imposible que recupere el terreno perdido y su partido pagará las consecuencias de sus errores. La candidatura presidencial es una salida digna, pero no representa una opción política para nadie.

Lo mejor que podría ocurrir al PRD es que Graco Ramírez se retirara del cargo y permitiera la recomposición del estado para aminorar los costos políticos de su mal gobierno. Esa vía ayudaría al tabasqueño a negociar un blindaje personal y familiar ante la evidente persecución que vendrá una vez que concluya su mandato y serviría a los perredistas a intentar matizar la imagen del tabasqueño.

Pero eso no va a pasar: Graco es un hombre obstinado que sigue pensando que todo está bien, que no es necesario cambiar nada, ni necesita de apoyos de ningún tipo. El gobernador se rehúsa a ver la realidad, vive un sueño de marihuana y piensa que sus amarres políticos le librarán el enojo de los morelenses.

Seguirán los tiempos difíciles en Morelos. El gobernador no va a cambiar su estilo, ni modificará su actitud; basta escuchar sus declaraciones para entender que ha perdido la cordura y llegará así hasta el final, no importa cuáles sean las consecuencias.

La política interna ha fallado de manera sistemática en el gobierno de Graco Ramírez y el manejo de medios sigue siendo el Talón de Aquiles de su administración; pero lo verdaderamente grave, lo que impide que las cosas mejoren y que Morelos salga del bache en donde está metido, es la arrogancia de un hombre que se asume perfecto, sin darse cuenta que políticamente está muerto.

·         posdata

Por unanimidad, el fin de semana el pleno de la Barra de Abogados de Morelos tomó la decisión de incorporarse a la lucha del Frente Amplio Morelense. No hubo un solo voto en contra, fue una decisión colegiada y respaldada por todos y cada uno de los integrantes de dicha agrupación.

Los profesionales del derecho se incorporan a la lucha del FAM, pero lo hacen con un solo objetivo: impulsar la salida del gobernador. La decisión que tomaron los abogados es muy concreta: no van a inmiscuirse en el tema de la universidad, tampoco se sumarán a las demandas de los transportistas ni tomarán partido en la lucha de Antorcha Campesina. Los profesionistas llegan al FAM con una petición concreta: Fuera Graco.

Así lo decidieron los integrantes de la barra, sólo en ese sentido apoyarán la lucha del Frente Amplio: “No tomamos partido en el tema de la UAEM, que sean las autoridades correspondientes las que determinen quien tiene la razón; como sector sólo vamos por la salida del gobernador por el grave daño que ha causado al estado y las omisiones en materia de seguridad”.

La llegada de los abogados barristas al FAM no es cosa menor, esa agrupación tiene un peso específico, está integrada por gente reconocida que se siente sumamente agraviada por los asesinatos de varios de sus compañeros.

Ese aspecto es uno de los muchos que ha descuidado el gobernador: los barristas se suman a la lucha por su destitución porque son un sector lastimado por la delincuencia y victimizado por los funcionarios estatales ¿O ya se nos olvidó lo que les dijo Alberto Capella y Matías Quiroz tras el asesinato de Rodolfo García Aragón?

Mientras el ejecutivo anda paseándose en medios de comunicación, acusa al rector de corrupto, presume la seguridad de Morelos y habla de la Beca Salario, el Frente Amplio suma adeptos e incrementa la presión en su contra.

¿A nadie del gobierno se le ha ocurrido dialogar con los inconformes?

·         nota

Los cuerpos de dos personas desaparecidas están entre los cadáveres que el gobierno del estado depositó de manera irregular en las fosas clandestinas de Tetelcingo. El perfil genético que se llevó a cabo a los restos determinó lo anterior y ello confirma las acusaciones que familiares de víctimas han hecho en contra de las autoridades del gobierno estatal.

El tema es complicado y doloroso, en ese lugar se depositaron como basura los restos de más de cien personas, sin respetar protocolos ni dignidad humana.

Lo peor es que las de Tetelcingo no son las únicas fosas clandestinas de la fiscalía de Morelos.

·         post it

Manuel Martínez salió en defensa de Cuauhtémoc Blanco; déjenlo gobernar y servir a la ciudadanía, dice el ex alcalde.

Muy rara es la repentina declaración de Manuel, dado su rompimiento con el ex futbolista luego de concluir la campaña. Lerdo, improvisado y corrupto, fueron algunos de los adjetivos que hace poco tiempo dirigía el ex priísta al hoy edil capitalino.

Es muy rara es la forma de hacer política de Rodrigo Gayosso. Sólo a partir de ello se entiende el repentino cambio de línea de Garrigós. Recordemos que Manuel y Amado son hoy parte del equipo político que regentea el hijastro del gobernador.

Pregunta ¿A Cuauhtémoc le ayuda o le perjudica que Manuel Martínez le defienda?

·         redes sociales

La historia que no se aprende, se repite. Una estrategia de medios que no se acompaña de acciones de otro tipo, no sirven de nada.

Los problemas políticos y sociales no se resuelven en la prensa… ni a tuitazos.

·         es viernes

Cualquier día es bueno para recordar a mi querido Germán Dehesa:

Hay veces que sólo el tiempo desenreda las madejas y sólo el tiempo va colocando a cada quien en su lugar. Este no implica desperdiciar ese tiempo. Bien lo podemos aprovechar para disfrutar de tantos amores, tantos gozos, tantas felicidades que no dependen de las trapacerías dizque políticas. Puedes leer un buen libro, puedes dar un buen abrazo y puedes redactar tu libro del buen amor. En estos territorios no hay “¿quién sabe?”; lo que hay es que “cada quien sabe”. ¡Ah!, y no olvides que la vida sabe algo que nosotros no sabemos.

Recuerda: Hoy Toca

Comentarios para una columna sonriente: eolopacheco@elregional.com.mx

Twitter: @eolopacheco www.facebook.com/Eolopachecomx

Ámbito: 
Local
Autor(es):