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EL SOL DE CUAUTLA: Centro Comercial de Cuautla: un lugar que vive en agonía

El Centro Comercial Cuautla se creó con la intención de darle un espacio a los vendedores ambulantes; sin embargo, a la fecha la mayoría de los locales están cerrados

Alguna vez el Centro Comercial de Cuautla tuvo mucha actividad: la gente llegaba en desbandada buscando películas, discos compactos, equipos de sonido y ropa. Hoy, la mayoría de sus casi 300 locales están vacíos y los pocos vendedores que aún alberga muestran semblantes tristes, como si supieran que solo cabe esperar lo inevitable.

"Tenemos cuatro meses sin vender un solo pantalón porque la gente no entra; y la que entra, no pregunta", dice Celso, un comerciante de ropa.

El Centro Comercial de Cuautla se encuentra en la calle Batalla 19 de Febrero, en el Centro Histórico del municipio. Fue inaugurado hace más de 30 años, durante el sexenio del gobernador Antonio Riva Palacio López (1988-1994) como una respuesta a la necesidad que ya por aquel entonces manifestaba la desmedida presencia de vendedores ambulantes en el municipio.

Para liberar las calles del primer cuadro de la ciudad, las autoridades decidieron preparar un espacio en el que todos ellos pudieran instalarse para seguir ofreciendo sus mercancías al público. Durante un par de décadas, las cosas resultaron bien, pero el destino de los vendedores estaba marcado desde el inicio.

"Lo que pasa es que muchos vendían fayuca: clones de películas, discos piratas, aparatos electrónicos que de repente fallaban... Pero ahora no necesitas de eso para escuchar música y ver películas, porque están las plataformas digitales", dice otro vendedor, aunque él prefirió no dar su nombre.

La fayuca engloba a los productos que se importan o traen al país de manera ilegal, es decir, sin pagar los impuestos o aranceles correspondientes y a menudo sin pasar por los controles aduaneros regulares: audífonos, juguetes electrónicos y un largo etcétera que era más barato que en otros lugares, pero que duraban poco funcionando bien.



Uno de los pasillos al interior del centro comercial muestra cómo la mayoría de los locales están con las cortinas abajo. El lugar está vacío. / Gude Servín | El Sol de Cuautla

 

Reina el silencio

"No me siento bien, no quiero hablar del tema", dice el encargado del primer local desde la entrada trasera del centro comercial. Su rostro, triste y cansado es el anticipo de lo que vendrá después: hileras de locales con las cortinas abajo, pasillos llenos de vacío, oscuros y silenciosos que ya no quieren decir nada.

Ni siquiera los administradores del centro comercial quieren hablar del tema. Hay unas oficinas, ubicadas en la entrada principal, donde un hombre y una mujer parece que están trabajando con sus escritorios y computadoras, que no saben decir con certeza a qué hora llega la responsable del centro comercial. A las 10:00 horas dicen que llegará a las 13:30; y a las 13:30 dicen que llegará más tarde, que mejor deje mi teléfono y que ella me llama.

De acuerdo con algunos locatarios, los comerciantes que aún permanecen en el lugar utilizan sus espacios como bodegas para almacenar la mercancía que salen a vender a otros lugares.



Los pocos locales que permanecen abiertos ofrecen juguetes, ropa y artículos para el hogar, aunque carecen de clientes. / Gude Servín | El Sol de Cuautla

Ambulantaje prefiere el centro histórico

Mientras los locales construidos para ellos están vacíos, los vendedores ambulantes siguen prefiriendo las calles, especialmente las del primer cuadro de la ciudad. En los últimos años, la presencia desmedida de comercio irregular en el Centro Histórico de Cuautla ha sido una queja recurrente por parte de los ciudadanos y ha llevado al Ayuntamiento a buscar soluciones que les permitan seguir vendiendo sus productos, pero que no dañen la imagen de la zona de monumentos.

Los esfuerzos han tenido resultados desiguales: tras la conclusión de los trabajos de rehabilitación del zócalo, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, la principal plaza de Cuautla adoptó una nueva imagen: algunos vendedores locales fueron reubicados en módulos diseñados de acuerdo con la nueva apariencia del lugar. El encanto solo duró unos meses, ya que, a fines de año, decenas de ambulantes regresaron a la plaza y las calles del primer cuadro. Se volvieron a retirar en los primeros días de enero, pero 200 de ellos volverán al lugar, de acuerdo con una de las últimas reuniones que sostuvieron.

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