La neutralidad siempre ha sido una evasiva, nunca ha sido una alternativa.

Florestán

A decir del partido oficial y corifeos, es imposible que Xóchitl Gálvez le gane la Presidencia de la República a su candidata, Claudia Sheinbaum, el próximo 2 de junio.

Y en eso gastan en encuestas más que a la medida, a la desmedida, en las que publicitan de 60 a 30 puntos de ventaja mientras en la oposición aceptan entre 10 y 14 abajo, cuando hoy estamos a 36 días de iniciar la campaña.

Hay que recordar que el oficialismo repicaba su 30 por ciento de ventaja en Estado de México y al final Delfina Gómez sacó siete a Alejandra del Moral, y que en 1999 Francisco Labastida, candidato presidencial del oficialismo priista, llevaba 19 puntos al opositor panista Vicente Fox y éste ganó la Presidencia el 2 de julio de 2000 con siete, lo que se convirtió en la primera derrota presidencial en la historia de PRI.

Hoy es natural la ventaja de Sheinbaum, pero eso de los ¡60 puntos! ni ella se los compra. Apenas el domingo dijo que su ventaja era de 20, lo que me parece razonable, y para toda una campaña que no ha empezado, arranca el 1 de marzo, la coloca en el terreno de la competencia.

Lo que quiero decir es que en el juego democrático siempre hay quienes parten adelante y quienes atrás y que no siempre los punteros llegan en primer lugar.

Obvio, no me estoy refiriendo a la ventaja de Sheinbaum, que los suyos ven tan corta, que la inflan con fines estratégicos, le llaman al mentir.

Sheinbaum tiene todo para ganar: el apoyo del presidente López Obrador, el aparato de gobierno, sus programas clientelares y 23 gobernadores.

Sin embargo, bien manejada la campaña de Gálvez, utilizando los fracasos del régimen como punto de inflexión y con propuestas que a Sheinbaum le son imposibles, por ser la candidata del Presidente, podría competir, no sé si ganar, pero tiene que irse a fondo y no perder en el intento.

El candado del Presidente al discurso de Claudia, que la limita a la continuidad de su proyecto, es una oportunidad para Xóchitl.

Todo es cosa de que se atreva.

RETALES

1.  MISIVA. Es un error de López Obrador creer que por haberle mandado una carta a la presidenta de la Corte a través de la secretaria de Gobernación, el fallo judicial de los militares, o el que fuera, iba a salir como él quería. Pero todo suma para la campaña;

2. DEBATES. El INE corrigió y amplió los debates en medios a las precandidatas presidenciales en el periodo de la intercampaña, que termina el 29 de febrero. Gálvez está puesta, Sheinbaum, que va arriba, no. Solo los tres obligatorios; y

3. CRECIMIENTO. El crimen organizado ha crecido al diversificar sus actividades delictivas y en territorio. Ya están en las dos fronteras y en zonas donde nunca se pensó. Se acerca a Ciudad de México, domina Morelos, y un día se extenderá aquí, como ya ha comenzado a dominar. 

Nos vemos mañana, pero en privado