El engaño de Los Pinos y la ira demócrata
La caída inevitable de Luis Videgaray —disfrazada de digna “renuncia”— fue en realidad la salida obligada que le quedó al presidente Enrique Peña Nieto ante el embate de fuertes presiones y reclamos airados desde Washington y Wall Street. Tanto del equipo de campaña de la candidata demócrata, como de la Casa Blanca y de poderosas empresas, grandes corporaciones, abogados y bancos que financian el proyecto presidencial de Hillary Clinton, hubo duros mensajes de reproche no sólo por la visita y el trato a Donald Trump, sino por el “engaño, la mentira y la traición” de que se dicen objeto los demócratas por “maniobras ocultas” de la Presidencia de México para “amarrar” la visita de Trump al menos dos semanas antes de que se mandara la invitación formal a Hillary.
Los grandes corporativos financieros, fondos de inversión, fondos de cobertura, sociedades de responsabilidad limitada y los más poderosos buffetes de abogados estadunidenses que apoyan con recursos económicos la campaña presidencial del partido demócrata, enviaron correos electrónicos a sus socios, filiales y aliados comerciales en México, tanto a empresas privadas como a universidades, congresistas mexicanos, intelectuales y organizaciones civiles, en los que, en tono de reclamo, denuncian la existencia de una operación oculta de Los Pinos para traer a Trump, sin enterar de ello ni al gobierno de Estados Unidos, ni a su embajada en México y mucho menos al equipo de campaña de Hillary Clinton.
Uno de esos correos, recibido por socios de una importante empresa de comunicación en México, expone en varias preguntas el malestar de los poderosos financieros de la candidata demócrata que habrían presionado y causado la inhabilitación del secretario de Hacienda. “¿Por qué nos hizo esto el gobierno de México? ¿Por qué la traición?, ¿No se suponía que había una buena relación?”, se preguntan los financieros y el equipo de Clinton en los mensajes electrónicos que enviaron a México.
Fue tal la ofensiva demócrata, que al presidente Peña Nieto no le quedaba más salida: un secretario como Videgaray, que a pesar de tener toda su confianza y cercanía, ya no le funcionaba y era insostenible al haber perdido la confianza de importantes bancos, fondos y agentes financieros de Wall Street, por no hablar de la molestia política y diplomática en la Casa Blanca y el Partido Demócrata.
Primero “amarraron” a Trump; luego “invitaron” a Hillary. La versión en que se basan las quejas del equipo de Hillary y de sus influyentes financieros asegura que desde semanas antes del 26 de agosto, fecha en que la Presidencia mexicana dijo haber enviado formalmente las invitaciones a los dos candidatos, hubo contactos, llamadas y negociaciones para traer a Donald Trump, que era el verdadero interés del equipo peñista. Esos contactos realizados entre Videgaray, el jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán y el yerno de Trump, Jared Kushner, tenían ya planeada y organizada la presencia del candidato republicano más de una semana antes de que se girara la invitación formal a su contrincante demócrata, a la que sólo parecen haber invitado como mera formalidad, porque su verdadero interés y apuesta estaba en la presencia en México del controvertido magnate.
Incluso, se cree que a mediados de agosto Videgaray viajó personalmente a Nueva York, sede del imperio Trump y habría estado en la torre del magnate en Manhattan afinando los detalles de la visita, justo cuando en México el 19 de agosto el funcionario informaba en Twitter de una extraña “cirugía” que lo mantendría “convaleciente por unos días” y de la cual nunca se dieron mayores detalles.
Un dato que parece confirmar que la visita de Trump estuvo planeada y armada mucho antes de que la Presidencia informara sobre ella oficialmente es el que dio a conocer EL UNIVERSAL a través de la carta que un funcionario del Servicio Secreto de Estados Unidos envió el lunes 29 de agosto al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Angel Mancera, para solicitarle “seguridad” para el recorrido que haría el candidato republicano. Por esos mismos días se habla de una reunión en la oficina del consejero político de la Embajada de Estados Unidos en México —que para efectos prácticos es el representante de la CIA en el país— en la que se tuvieron las primeras noticias de la visita que realizaría Trump, cuando ya todo estaba acordado entre la Presidencia de México y la oficina de campaña del magnate.
Para el martes 30 por la noche, cuando se hizo el anuncio oficial de la llegada de Donald Trump al día siguiente, ya todo había sido dispuesto, incluida la recepción de Videgaray en el Hangar Presidencial y su traslado a Los Pinos en el helicóptero del Estado Mayor Presidencial. Y cuando apenas unos días antes se enteraron en el gobierno de Estados Unidos y en la oficina de campaña de Hillary Clinton estallaba la ira demócrata y se tomaba la decisión de rechazar una “invitación” de relleno a su candidata.
Por eso el encuentro “forzado” entre el presidente Peña Nieto y Barack Obama fue difundido en México profusamente por la Presidencia, en un intento por alejar las versiones de una molestia real que ya había tomado forma en Washington y especialmente en el equipo de campaña de Clinton.
Al final, toda la ola de indignación que se formó en México y el rechazo a la visita de Trump, además de los duros cuestionamientos y adjetivos en contra del presidente Peña Nieto y su secretario de Hacienda, no fueron, con toda su intensidad, los causantes de que el Presidente se deshiciera, con todo su pesar, de su “hombre de confianza”. Si acaso algunas de las reacciones en México estuvieron influenciadas y quizás empujadas también desde el vecino país; pero la verdadera razón por la que Peña tuvo que despedir a su principal consejero, dándole la dignidad de una supuesta “renuncia”, fue la ira del poder demócrata que movió todos sus brazos, tanto en Washington como en Wall Street, para cobrar lo que para ellos sigue siendo una traición y una afrenta. “¿Por qué nos hizo eso el presidente Peña? ¿Por qué la traición cuando se suponía que teníamos una buena relación?”, se lee en uno de los varios correos que llegaron a influyentes oficinas en México provenientes del poderío económico y político del vecino país.
Y la pregunta se vuelve inevitable: si los iracundos vecinos ya le tiraron al Presidente a su “hombre fuerte” ¿qué viene en los complicados dos años que aún le quedan?
Notas indiscretas... En donde vuelven a aflorar graves irregularidades es en la Dirección General de Juegos y Sorteos (DGJyS) de la Secretaría de Gobernación. En la industria de los casinos se señala que el director, Luis Felipe Cangas Hernández, será removido de su cargo a finales de septiembre, y en razón de eso, el funcionario se apura a “arreglar” autorizaciones de casinos a sus “cuates” de manera totalmente irregular. Se menciona por ejemplo el caso del Casino Joy, en Tepic, Nayarit, al que Luis Felipe Cangas le autorizó la apertura al permisionario Jumamex sin publicar el permiso en el sitio de la DGJyS como lo marca la ley, además de no tener la anuencia del municipio. La apertura de ese casino está programada para los próximos días y se menciona que su administrador sería Samuel Lejtik Vargas, conocido entre los casineros por incumplir contratos. Otro caso irregular que autorizó Cangas Hernández es el del Casino Clover en Aguascalientes, abierto desde el 16 de agosto pasado, a pesar de que incumple la distancia obligatoria de centros escolares y tampoco tiene permisos municipales; casualmente también lo administra Samuel Lejtik. Y un tercer caso bajo sospecha del director de Juegos y Sorteos es el casino Caliente Anahuac en San Nicolás de los Garza, Nuevo León. El centro de apuestas abrió sin permiso municipal, autorizado por el funcionario de Gobernación, y aunque ya fue clausurado por el municipio, su revocación de permiso está pendiente. A todas esas sospechas se suma la excesiva tolerancia mostrada por Luis Felipe Cangas ante más de 20 casinos clandestinos que actualmente operan en varios estados de la República, entre los que están los Red y Miravalle, en Monterrey; el Hermitage, en Culiacán, y el Ganesh y Poker Style en Guadalajara. ¿Sabrá todo eso el secretario de Gobernación, Miguel Osorio?, u ocupado como anda con las encuestas presidenciales ¿no se entera del desorden y las mañas de los funcionarios de su dependencia en un área tan sensible?... A partir del lunes 12, de 6 a 9 de la mañana nos veremos todos los días en el noticiero televisivo La Ciudad y el Mundo, que se transmitirá por el canal 21.2 Ciudad TV El Canal de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México. Acompáñenos en este esfuerzo periodístico e informativo que, bajo la dirección del periodista Ricardo Rocha, buscará ofrecer a los habitantes del Valle de México y de toda la República una opción distinta, inteligente y entretenida en la televisión pública mexicana. Así que, queridos lectores, como diría Alex Lora, ¡préndanle a la tele! Y nos veremos todas las mañanas… Los dados cierran con Serpiente. Semana de subidas y bajadas.