El propio Tim Golden titula su pieza periodística con una pregunta. Lo que Tim Golden hace es recoger investigaciones y versiones de testigos protegidos por la DEA y dejar constancia de que una investigación similar fue suspendida, en el año 2011, por razones políticas, para no dar pie a que se pensara que el gobierno de Washington intervenía en la elección mexicana.

El circuito de información y testigos de donde viene el reportaje de Golden es en parte el mismo del que salieron las acusaciones que tienen a Genaro García Luna en la cárcel en Estados Unidos.

Quien admita la calidad de los testimonios de testigos protegidos en el juicio de García Luna debe admitir la calidad de los testigos referidos por Tim Golden.

A mí no me gustan los testigos protegidos ni para montar juicios ni para sustentar reportajes, si no vienen acompañados de otros hechos tangibles, probatorios de lo que dicen estos señores, que en el fondo no son sino unos delincuentes buscando que los traten mejor de lo que merecen.

Golden tiene el cuidado profesional de no dar lo que cita por probado, sino usarlo para plantear la pregunta que encabeza su reportaje:

Did Drug Traffickers Funnel Millions of Dollars to Mexican President López Obrador’s First Campaign? (“¿Los narcotraficantes canalizaron millones de dólares a la primera campaña del presidente mexicano López Obrador?”)

Significativo para mí es lo que dice el sumario del reportaje: “Testigos dijeron a la DEA que el dinero fue dado a cambio de la promesa de que el futuro gobierno de López Obrador toleraría la operación de los cárteles”.

Con dinero o sin dinero de por medio, eso es exactamente lo que ha hecho López Obrador durante su gobierno: ha sido blando con el narco y con el crimen organizado, los ha dejado crecer y ensangrentar al país como ningún otro presidente.

Resultado: México ocupa el primer lugar en criminalidad según la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional 2023 (GI-TOC, por sus siglas en inglés) (La silla rota. 2/2/24)