Guerrero se encuentra paralizado, en llamas, bajo ataque y nadie hace nada para frenar la ola de violencia e inseguridad que arreció con creces desde hace un par de semanas en la entidad.

En el estado se claudicó ante el crimen organizado y Guerrero se podría convertir en un reflejo de lo que puede llegar a pasar en otras entidades del país ante el avance de los grupos delincuenciales.

La crisis de inseguridad en Guerrero ocurre en medio del proceso electoral de este año en el que se vivirán las elecciones más grandes en la historia del país, un momento en el que la seguridad y el estado de derecho deberían ser puntos medulares para garantizar la democracia, pero en la entidad costera está ocurriendo todo lo contrario.

Tan solo en las últimas 48 horas, la capital de la entidad, Chilpancingo de los Bravo, quedó paralizada luego de que se tomara la decisión de suspender clases, cerrar locales y cesar el servicio del transporte público por la inseguridad y la quema de varios vehículos por parte del crimen organizado.

El pasado lunes 5 de febrero fue el día en el que el infierno se desató en Chilpancingo, la ola de violencia dejó al menos a tres conductores de transporte público asesinados, a otros más hospitalizados de gravedad y a varias de sus unidades incendiadas.

Además, de la quema de autobuses y camiones, hombres armados incendiaron un taxi junto con el conductor en el libramiento Chilpancingo-Petaquillas.

Debido al ataque contra los conductores y taxistas, se suspendió el servicio de transporte público en la localidad, pero las agresiones no cesaron, durante la noche del martes 6 de febrero se reportó el incendio de una nueva unidad, ahora en la colonia Vista Hermosa.

Por iniciativa propia, escuelas públicas y privadas anunciaron la suspensión de clases por tiempo indefinido y varios locales comerciales cambiaron su horario de servicio y otros de plano no abrieron.

Los hechos de Chilpancingo no fueron inéditos, apenas el mes pasado ocurrió lo mismo en el puerto de Acapulco, una ofensiva armada y de terror en contra de los conductores de transporte público.

Aunque no hay versiones oficiales ni de las autoridades que señalen cuáles fueron las causas por parte de los grupos armados en contra de los transportistas, varios conductores aseguraron que es debido a que se negaron a pagar las cuotas que les impone el crimen organizado para poder continuar trabajando.

¿Qué dicen las autoridades?

En respuesta a las agresiones, el Gobierno federal y la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero anunciaron la implementación del operativo “Transporte Seguro” que consiste solo en patrullajes y retenes, sin atender las causas que originaron la violencia y sin detener a los protagonistas de la misma.

“Personal de la Policía Estatal, de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal en coordinación con elementos de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional continúan con acciones permanentes de proximidad social, instalación de puntos de atención ciudadana así como recorridos de seguridad y prevención del delito por las diversas bases de urvans del municipio de Chilpancingo, para mantener el orden público y salvaguardar la integridad de la población”, informó la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero.

Por su parte la gobernadora Evelyn Salgado instruyó mantener y reforzar los operativos de vigilancia, patrullaje y proximidad social en la capital de la entidad y pidió a los alcaldes de los municipios afectados sumarse con tareas de seguridad, en la medida de lo posible.

Durante esta nueva ola de violencia en Chilpancingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador no se ha manifestado al respecto, pero en julio del 2023 después de otro fin de semana violento en la capital de Guerrero, el jefe del Ejecutivo federal pidió a sus pobladores no dejarse manipular por “Los Ardillos”, el grupo del crimen organizado responsable de la violencia.

“Yo quiero hacer un llamado a la gente de esta región de Guerrero, de Chilpancingo, de Chilapa, de estas comunidades para que no se dejen manipular por quienes dirigen estas bandas que están vinculadas a la delincuencia, que no se expongan porque si los obligan y los amenazan pues que actúen con prudencia, con cuidado, que no se confronten con los dirigentes de estos grupos”, dijo en aquel entonces AMLO.

A inicios de este año, el 10 de enero, el presidente López Obrador reveló que comunidades y pobladores de Guerrero apoyan a los grupos criminales, al referirse a la matanza del palenque de Petatlán, en donde un comando asesinó a tiros a 13 personas.

Después de la matanza, las autoridades locales realizaron varias detenciones y a los pocos minutos hubo bloqueos en la zona.

“Afortunadamente son pocas las comunidades, pero hay todavía algunas comunidades en donde se protege a bandas de delincuentes, en donde los grupos criminales tienen sus bases de apoyo, de protección. Hay pobladores que apoyan a los grupos criminales porque les entregan despensas u otros regalos.

“Eso no se puede permitir, eso no está bien, porque eso se revierte, y no dejarse engañar, porque ya salimos de ese tiempo en el que (los políticos) manipulaban, traficaban con la pobreza de la gente, que entregaban despensas cuando necesitaban los votos, porque ahora también algunas bandas hacen lo mismo”, indicó.

Violencia generalizada

Además de Acapulco y Chilpancingo, la violencia se extiende por todo Guerrero. Apenas el día de ayer se reportó que un comando secuestró en la Autopista del Sol al dirigente de Movimiento Ciudadano en la entidad, Julián López Galeana.

El político emecista regresaba a Guerrero tras una visita a la Ciudad de México cuando fue interceptado. Él y sus acompañantes fueron golpeados, amenazados de muerte y privados de la libertad por varios minutos para después ser abandonados en un terreno baldío.

Un par de días antes, el Ayuntamiento de Iguala de la Independencia canceló la edición de la Feria de la Bandera 2024, ante los últimos hechos de violencia registrados en la localidad y las amenazas del crimen organizado contra los organizadores y autoridades.

El pasado 2 de febrero, en un punto de venta de boletos para el Palenque de la Feria, un grupo de hombres armados asesinaron a una mujer y dejaron herido de bala a un hombre.

En Taxco la ola de violencia también arreció, durante el fin de semana y tan solo en 24 horas grupos armados asesinaron a tres personas.

Debido a esta situación, empresarios restauranteros y hoteleros pidieron a las autoridades su apoyo ya que la violencia los está asfixiando y alejando al turismo.

Además, temen que en Semana Santa, cuando presentan una mayor afluencia, disminuya el número de turistas que los visita.

Nuevo Gobierno, nueva crisis

Apenas el 25 de enero la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda tomó protesta al general brigadier Rolando Solano Rivera como nuevo secretario de Seguridad Pública de la entidad.

El militar sustituyó en el cargo a Evelio Méndez Gómez, quien se mantuvo en ese puesto durante los primeros dos años de la administración de Salgado. El cambio de secretario de Seguridad Pública ocurre justo en el momento en el que la ola de violencia en la entidad alcanzó su máxima altura.

Durante la toma de protesta, Salgado declaró que el nuevo secretario reforzará la estrategia de seguridad en la entidad.

“No habrá ni un paso atrás en el combate a la delincuencia, la corrupción y la inseguridad, hasta lograr las condiciones de paz y tranquilidad para los guerrerenses. No vamos a ganar una guerra, vamos a conquistar la paz para el estado, expresó la gobernadora”.

Tan solo durante el primer mes de este año se registraron 30 homicidios en la entidad. En los primeros dos años de gobierno de Evelyn Salgado este delito se ha incrementado 17.66 por ciento y la desaparición de personas un 32.16 por ciento.

Las muertes violentas pasaron de mil 466 en 2020 a mil 819 en 2023. Por su parte, las desapariciones se incrementaron de 344 a 489 en este mismo periodo de tiempo.

De acuerdo con especialistas, la escalada de violencia en la entidad se debe a la pugna por el territorio entre grupos delictivos locales como Los Rojos, Los Ardillos, Los Tlacos y células criminales de la Familia Michoacana y el Cártel de Jalisco Nueva Generación.

Caldo de cultivo

De acuerdo con el especialista en seguridad y actual investigador postdoctoral del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), Juan Manuel Aguilar Antonio, la crisis de violencia en Guerrero es multifactorial, siendo las principales causas el olvido de las autoridades y su ubicación estratégica para el crimen organizado.

“En primera instancia cuando hablamos de las particularidades geográficas de Guerrero hablamos de que es una entidad que está en el Pacífico, tiene puertos importantes, como Acapulco, que puede ser un punto importante para la llegada de componentes líquidos de opio y en ese sentido junto con Lázaro Cárdenas en Michoacán y el puerto de Manzanillo en Colima, son los puntos estratégicos para esta llegada, es por eso que las organizaciones delictivas pueden tener mucho interés en esta zona geográfica

“Por la otra parte está la Sierra de Guerrero, que es una zona muy porosa, brumosa, de difícil acceso en la que hay ciertos puntos en los cuales solo se puede llegar por la parte del conocimiento de causa que llegan a tener ciertos pobladores, lo que los hace espacios muy atractivos para plantíos y sembradíos de droga”, dice el especialista.

Además de los elementos geográficos, dice Aguilar Antonio, existen otros factores sociodemográficos que pueden ser caldo de cultivo para las organizaciones delictivas.

“Hay que entender que Guerrero es uno de los estados con un mayor nivel de incidencia de pobreza, junto con Oaxaca y Chiapas son los tres estados que concentran los mayores porcentajes de pobreza. Más del 60 por ciento de su población padecen pobreza o pobreza extrema.

“Además el paso del huracán Otis dejó sin recursos al polo económico de la entidad lo que ocasiona que muchas personas no tengan algo seguro para su subsistencia, esto puede explicar las raíces de violencia en distintas regiones de la entidad”, agrega.

Además de estos elementos, Aguilar Antonio dice que detrás de la violencia están también razones sociales e históricas.

“También es una entidad que históricamente tiende al surgimiento de movimientos de autodefensas vinculados por la parte de la debilidad institucional, ya que nunca ha logrado consolidarse un buen nivel de gobernabilidad e instituciones efectivas, tanto municipales como estatales.

“Otro elemento es el fenómeno histórico del surgimiento de organizaciones locales de autodefensa y organizaciones delictivas de gran poder de choque y de colusión y corrupción como Guerreros Unidos, que es un grupo local que incluso puede resistirse a la presión de grupos nacionales como el Cártel de Sinaloa o el de Jalisco Nueva Generación”.

Finalmente, el especialista comenta que el abandono de las autoridades es un factor clave al igual que la alternancia política en la entidad.

“Siempre que hay transición hay reestructuración de acuerdos, de puntos claves geopolíticos y nuevas negociaciones”, concluye.