La burla y el veneno
Ahora que el gobierno quiere elevar a rango constitucional el derecho a la salud, hay que recordarle que ya está en la Carta Magna, en el artículo 73.
No lo han cumplido.
Propone que los pueblos originarios sean sujetos de derecho reconocidos por la Constitución, pero ya lo son y así está en los artículos segundo y cuarto.
Tampoco lo han cumplido.
En la Constitución también está el derecho al agua:
Artículo cuarto, párrafo sexto: “Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible”.
¿Y? No lo han cumplido.
Son derechos humanos vulnerados por el actual gobierno, que, a cuatro meses de las elecciones, tendrá la generosidad de ponerlos donde ya estaban, en la Constitución.
Mientras que en diciembre pasado la sequía abarcaba 20.81% del territorio nacional, al corte del 15 de enero, ésta se incrementó a 28.79%. Hoy un tercio del país sufre la carencia de agua, afirma el reporte semanal de MW Group.
En la Ciudad de México 900 colonias padecen desabasto de agua.
¿Por qué? No ha llovido. Eso no está en manos del gobierno.
Pero agua sí hay. Es necesario extraerla, potabilizarla, darle tratamiento, mantenimiento a la red de aguas y, desde luego, no deforestar.
Eso no lo ha hecho el gobierno, pero nos agasaja con “nuevos” derechos constitucionales, que ya existen y los ha ignorado.
Todos los gobiernos han hecho obras para que no vivamos en el caos que significa la carencia de agua en los hogares.
Vivimos una situación de emergencia mundial por el cambio climático y nuestro gobierno, en lugar de invertir en obras hidráulicas, le recortó 14 mil millones de pesos al presupuesto que ya tenía el año pasado.
Le quitaron casi 30 por ciento de los recursos.
Sin planeación, sin trabajos relevantes ni presupuesto, ¿qué esperaban?
El agua cae del cielo, pero no siempre.
Desde la época del rey Nezahualcóyotl no se han dejado de hacer obras para cuidar y aprovechar el agua.
Ahora no. El gobierno ahorra dinero en agua.
¿Dónde se fue el dinero que le recortaron a las obras hidráulicas?
¿Dónde está el dinero que se ahorró en tratamiento de aguas, potabilizadoras, pozos profundos…?
Ese dinero, que debió usarse para que tengamos agua, se destinó a producir veneno.
Sí, veneno.
Se destinó a Pemex. Y la empresa consentida, la única petrolera en todo el mundo que pierde dinero (con cargo a los contribuyentes), en los tres primeros trimestres del año pasado arrojó a la atmósfera 85.8 millones de toneladas de azufre.
Sí, gastamos en ella un billón 500 mil millones de pesos, sigue perdiendo, produce menos petróleo y lanza 85.8 millones de toneladas de azufre para que lo respiremos.
“Es que siempre ha sido así”, dicen en el gobierno.
Falso. En todo 2018 emitió 46.7 millones de toneladas de azufre. Y en los nueve primeros meses de 2023 (últimos registros oficiales) lanzó 85.8 millones de toneladas.
No sólo Pemex ha convertido dinero público en veneno para la población y el medio ambiente. También el Tren Maya.
Quinientos mil millones de pesos ha costado el trenecito.
Para que transite se han deforestado 6 mil 659 hectáreas de selva.
Más de 10 millones de árboles talados, donde se prometió que no se tumbaría uno solo.
Los ambientalistas que se han ocupado del caso señalan que la tala salvaje realizada por el gobierno en uno de los pocos reductos de selva virgen en el país tendrá “consecuencias devastadoras para la biodiversidad”.
El derecho a la salud, que quieren llevar a la Constitución –a pesar de que ya está–, es otra burla.
¿Por qué hay escasez de medicamentos contra el cáncer?
Por los pleitos del gobierno. En 2022 murieron de cáncer 847 mil 716 mexicanos, informa la reportera María Cabadas, con datos del INEGI.
Tijeretazos al sector salud. Cambiarse el dinero de un bolsillo a otro con resultados catastróficos. Ahorros.
En los tres primeros trimestres de 2023 la Secretaría de Salud sólo ejerció 81 mil 879 millones de pesos, de los 209 mil 616 que tenía aprobados.
En vacunación ahorraron sin piedad: de los 14 mil millones de pesos asignados, en los tres primeros trimestres se ejercieron únicamente 953 millones.
Malos para gobernar, buenos para culpar a otros de sus desastres.
Ya no hay agua en cientos de colonias de la capital, y se pondrá peor.
Es por incompetencia e improvisación.
Hay “tandeo” para que un día haya agua unas horas en tales colonias, y otro día unas horas en otras.
¿Y con el aire? ¿También habrá tandeo para respirar?
¿Y con la salud? ¿Este año le tocan vacunas a los niños de tales estados, y el que viene a otros?
¿Van a sortear las quimioterapias en una tómbola?
Tenemos un gobierno de improvisados, pero grandilocuentes: “A la Constitución el derecho a la salud”… que ya está.