Con el también sorprendido Joaquín López-Dóriga en Radio Fórmula, recordó que la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios aprobó ese timo “para casos de emergencia” (aunque ésta ya pasó) y su aplicación comenzaría en diciembre de 2021.
Inspirado en La suave patria de Ramón López Velarde, el presidente López Obrador explicó en febrero de 2022:
“Una vacuna con ese nombre significa que debemos siempre pensar en ser independientes”.
El proyecto quedó a cargo del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología que dirige María Elena Álvarez-Buylla, quien antes de asumir el compromiso de la Patria (y el de los chafas respiradores Made in México), en 2015 dijo que la llegada del hombre a la luna fue “un avance inútil” y en 2019 que había que “acabar con la ciencia neoliberal”.
Con el eminente doctor Moreno se me hizo la luz:
“Todo ha sido un engaño. Se ha dicho que es una vacuna de origen mexicano cuando esa vacuna se creó en la universidad del Hospital Monte Sinaí (Escuela Icahn de Medicina) en Nueva York. Ellos desarrollaron una de bajo costo para países que tienen alta población (como) Tailandia, Brasil, Vietnam y México, que se comprometió a hacer los estudios para demostrar su eficacia, mismos que no están publicados. Los que dicen que existen no los enseñan y no los publican en las revistas científicas. La vacuna no es nacional, se hizo en Estados Unidos. Sí se adquirió por México y sí la adquirió una compañía mexicana, Avimex, pero de ahí a que esta vacuna esté, la vacuna Patria, pues lleva mucho de Patria…”.
¡Chíngale!
“Es una vacuna que no se ha podido verificar si es eficaz y que está apareciendo ya muy tarde porque es el virus de Wuhan (China), el original, en el que se basó la creación de todas estas vacunas de primera generación. Vamos en la tercera generación de vacunas. Es la realidad de lo que tenemos. ¿Cómo aprobar un medicamento cuando la emergencia ya terminó? Y decir que es algo que se creó en México no es cierto…”.
La idea pues de que Conahcyt desarrollaría esa vacuna es un timo y se desconocen los estudios clínicos de las fases Dos y Tres.
Pero eso sí, la Cofepris autorizó ya una inexistente Patria.
“Aprobar esta es otro tema político en la ciencia y en la salud, lo cual es peligroso”, dice Moreno.
Y de locos: la Cofepris rechazó el registro de la vacuna AstraZeneca (ha de considerarla “neoliberal”).
Lo hecho por las autoridades sanitarias fue calificado por el doctor y Joaquín de “criminal”.
Alguien debe responder por estas fregaderas y el periodista sugirió “al que lleva las iniciales Hugo López-Gatell…”.