Y ahora, desde el lugar de sus éxitos, López Obrador se complace en anunciar La Campañera.
Florestán
El presidente López Obrador se ha pasado con Claudia Sheinbaum en eso de ser suyo el discurso, la agenda, la conversación y el protagonismo y no de la candidata, y de marcarle tiempos, espacios, mensajes, nominaciones y acotarla a lo que él dice y solo a lo que él dice, que ella ha hecho suyo y con lo que él se mantiene en el escenario a costa de reducirla, convencido que está de que él, y no ella, ganará las elecciones.
Así lo hizo desde que marcó los tiempos, tras la derrota electoral de 2021, y dictó los nombres, ¿se acuerdan? Marcelo Ebrard, Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal, Manuel Velasco.
Luego, en la cena de El Mayor, el 5 de junio, les llevó la carta-compromiso que todos firmaron con los nombres, fechas, reglas, directrices y cargos.
Allí les marcó quiénes serían los líderes del Congreso y tres de sus secretarios. También les fijó el método, encuestas y plazos para el destape y luego anunció que sus intelectuales orgánicos, más lo segundo que lo primero, le estaban escribiendo a Claudia su programa de gobierno, el de él.
Ya con bastón, que el Presidente llamó de mando y que, claro, él le entregó, se asumió desde las mañaneras como su jefe de campaña, desplazándola a un segundo término, él ocupa el primero.
Así ha ido elevando ese tono hasta llegar el anuncio, el lunes 5, de sus 18 iniciativas de reformas constitucionales, que ella hizo suyas de inmediato, la reiteración de que lo hizo ahora por ser tiempos electorales y llegar a la mañana de ayer, cuando reveló que las elecciones del 2 de junio son un referéndum, un plebiscito, y planteó la pregunta: ¿Quieres que continúe la transformación o quieres que regrese lo de antes, los corruptos?
¿Y Claudia —pregunto— dónde quedó en ese referéndum en el que él es el centro del plebiscito y no la elección de una presidenta de la República?
Y eso que aún faltan 112 días de campaña, en los que él no cederá su espacio convencido, como está, de que ella ganará por él.
Y por eso.
RETALES
1. CRISIS. No cabe duda que el crack del agua es inevitable y está encima en sus dos vertientes, sequía y escasez. La primera es una crisis que abarca dos terceras partes del territorio nacional y la segunda lo que es el Valle de México, y nadie ha escuchado al Presidente ponerse al frente de este desastre;
2. DESTINO. César Yáñez dejó la subsecretaría de Gobernación para sumarse al proyecto presidencial de Sheinbaum. Su relevo, Iris Mariana Rodríguez, que viene de esa exitosa agencia de colocaciones en los tiempos de la 4T que es la Ayudantía Presidencial; y
3. BORRANDO. En los tiempos, también estelares de MC, su precandidato presidencial Jorge Álvarez y el gobernador Samuel García registraron el video de dicho borrachazo en el estadio de los Tigres para que no se pueda reproducir en las redes.
Nos vemos mañana, pero en privado