¿Por qué Pemex no le pega al tipo de cambio?
El viernes por la tarde Moody’s dio a conocer que bajaba la calificación de la deuda de Pemex de B1 a B3, poniéndola en el escalón más bajo de la categoría especulativa.
¿Cómo reaccionó el tipo de cambio del peso frente al dólar con esta decisión?
Prácticamente no se movió, y el lunes el Banxico registró la paridad de cierre en 17.07 pesos, prácticamente sin cambio respecto a la jornada anterior, lo que reflejó que no hubo impacto alguno.
El día de ayer por la mañana se informó en Estados Unidos que la inflación del mes de enero fue de 0.3 por ciento y a tasa anual de 3.1 por ciento, ligeramente por arriba de lo esperado.
¿Cómo se comportó la paridad del peso frente al dólar ante esta noticia? De inmediato subió y llegó hasta 17.22.
Este contraste en los comportamientos de la paridad resulta revelador respecto a aquello que les importa más a los inversionistas.
En este momento está teniendo un peso mucho mayor en sus decisiones lo que ocurra en Estados Unidos, con la inflación y las tasas, que los factores económicos en México.
Moody’s señaló en su comunicado incluso la posibilidad de que, en el extremo, tenga que ocurrir una conversión obligada de la deuda de Pemex en deuda pública, que no hizo gran mella en los mercados, salvo por una caída del precio de los bonos el lunes, que posteriormente se corrigió.
Ayer se reveló una aportación adicional del gobierno a Pemex a través de la reducción de los derechos que la petrolera tiene que pagar. Y tampoco generó mayor impacto.
¿Por qué la mayor atención sobre la dinámica de la inflación en Estados Unidos?
Los resultados dados a conocer confirman la opinión de que en la próxima reunión del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal no habrá reducción de la tasa objetivo.
En contraste, los datos de México, y el énfasis puesto por la gobernadora, Victoria Rodríguez Ceja, en la inflación subyacente, que sí bajó en enero, también confirman la perspectiva de una próxima reducción de la tasa en el caso de México.
Aunque por las reacciones que hoy he tenido, creo que no gustan mucho a los mercados las previsiones del banco central.
Si estas se cumplen, el diferencial de tasas bajará probablemente un cuarto de punto y quedará aún en 5.5 puntos porcentuales.
Solo para comparar, antes de comenzar este ciclo alcista de tasas, el diferencial era de 3.75 por ciento, por lo que aun con una baja en marzo sería 1.75 más elevado.
Si esta brecha se reduce un poco más en los siguientes meses, no le sorprenda que el tipo de cambio se debilite un poco más y que pueda entrar nuevamente al terreno de los 18 pesos por dólar en el curso del año.
¿Y por qué no se deprecia nuestra moneda cuando una calificadora tan importante como Moody’s le baja la nota a Pemex?
La mayoría de los inversionistas ya han descontado la frágil situación financiera de Pemex, sin embargo, consideran que, para este año, los apoyos que ya le ha dado el gobierno, y que ya hemos visto, le sigue dando, serán suficientes para que siga operando.
Claro, eso no resolverá los atrasos en los pagos a sus proveedores, pero le pasará el desafío de dar un giro en la gestión de Pemex a la próxima administración.
Si el siguiente gobierno que tome posesión el 1 de octubre no hace cambios en la política energética, entonces sí, el impacto podría ser mucho mayor al considerarse que el gobierno podría verse muy comprometido si sigue apoyando a Pemex como lo hizo en esta administración.
Pero ese ya será un problema de la próxima presidenta.
Errata
Gracias a quienes me hicieron ver una errata en el texto que ayer publicamos en este espacio. Desde luego que los vencimientos por 13 mil 600 millones de dólares por parte de Pemex corresponden al año 2026 y no al año 2006.