Se han convertido en espectadores de sí mismos.
Florestán
Anoche arrancaron las campañas presidenciales que nos llevarán a las mayores elecciones en la historia de este país el 2 de junio, donde además de jugarse la Presidencia de la República, se elegirán a 500 diputados federales, 128 senadores, nueve gobernadores, el de Ciudad de México destacadamente, mil 400 alcaldías y 30 congresos locales; estamos hablando de 20 mil cargos de elección popular para los que hay 50 mil candidatos.
A esta aduana llegamos con un Presidente de la República como eje central y jefe visible de campaña de su candidata Claudia Sheinbaum; con un frente opositor donde el protagonismo de los dirigentes del PRI y del PAN se antepone al proyecto común, primero son ellos y sus intereses, y cuando el 2 de junio ha pasado de ser un trámite, un día de fiesta para el régimen, a ser la jornada competitiva, en la que, manteniendo hoy Claudia su ventaja, no se puede dar como un asunto resuelto como era el año pasado.
El factor que cambió el discurso de este arroz ya se coció a vamos a competir fue Xóchitl Gálvez.
En este escenario se puede aceptar la versión de que López Obrador, al verla tan fuerte para ganar el gobierno de la capital, la promovió como candidata presidencial al tiempo que se deshizo de ella para competir por Ciudad de México.
Y eso es cierto, pero creó la más formidable candidata de oposición desde 2000, cuando Vicente Fox sacó al PRI de Los Pinos por primera vez en su existencia.
Así pues, López Obrador la fortaleció, sobrado como es, contra su proyecto de continuidad, en un exceso de confianza que, por primera vez en su gobierno, abre una puerta a la oposición, lo que, repito, hasta hace poco era imposible.
Y esto se decidirá en los próximos 90 días de campaña, en los debates y en la votación del 2 de junio.
Pero hoy no es el mismo escenario, arrollador, del año pasado.
RETALES
1. PROTAGONISMO. En su afán de decir aquí estoy, Jenaro Villamil ha empinado a los medios del gobierno en un descarado apoyo a favor de la candidata del régimen, sin aportar nada decisorio pero sí haciéndola correr un riesgo que no necesita en la relación costo-beneficio. A Villamil le importa mantenerse en el presupuesto;
2. VISAS. López Obrador dio por cancelada su participación en la cumbre de los líderes de América del Norte, el mes que viene en Quebec, y reclamó, con razón, al premier Justin Trudeau el restablecimiento de visas a mexicanos. El error sería responder con lo mismo a los turistas canadienses; y
3. LICENCIA. En el proceso contra Rosario Robles fue determinante para mantenerla tres años en la cárcel una licencia falsa de manejar. Hoy que se tiene identificado al que la hizo, la fiscalía capitalina, por ser uno de los suyos, se opone a la sanción. La complicidad en los tiempos estelares de la 4T.