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LA COLUMNEJA DE PEPE PEÑA

* Y después de Graco, qué o quién?  ...

 

Para el señor Ramírez no hay más que dos sopas, o se va, o se va. Eso lo sabremos el 1 de octubre cuando se decida a pedir licencia definitiva. O puede ser antes, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación  (SCJN) resuelva sobre la promoción del Frente Amplio Morelense (FAM), en la que solicita la inconstitucionalidad (a la que se le dio entrada), de la revocación de mandato que mañosamente rasuraron los diputados, para salvar al tabasqueño de una salida poco airosa llevando el repudio popular sobre sus hombros.

 

Estas dos opciones lo colocan casi de facto fuera de la gubernatura.  En caso de tener luz verde, la encuesta que organiza el FAM sería vinculatoria, esto es, válida y  se agregaría al juicio. Eso es lo que se espera para iniciar la revocación de mandato del tabasqueño, activando al mismo tiempo los juicios que tiene abiertos en la PGR por diversos abusos pecuniarios. Pero Graco no es tonto ni torpe, es un ente con un colmillo bastante retorcido en las lides  políticas, y buscará colocarse en el frente nacional de su partido el PRD, al contar con la complicidad de “los chuchos” y la veleidosa presidenta interina Alejandra Barrales. Esto no sería  difícil para este personaje docto en la intriga y la mentira. El único inconveniente, que su salida fuera vía el Juicio Político o Revocación de Mandato; el juicio además de político sería penal, que es lo que busca el FAM.

 

Aceptando sin conceder, ya que no hay nada en firme, si Graco Ramírez solicitara licencia o será removido políticamente, casi podemos dar por hecho que se va al menos de Morelos donde se ha convertido en un turista más con solo visitas de ocasión, ya que hace tiempo  no radica en la entidad. Ahora bien, al irse el tabasqueño,  quién sería “el chulo” que quisiera sustituirlo en el guiñapo de estado que va a entregar. Al correrse la noticia, por si o por no, la pandilla legislativa se frota las manos. Son un mañoso grupúsculo que siente, a través de sus traiciones, tener los merecimientos necesarios para ser el o la elegida para concluir el mandato. Dos años son dos años y el botín aun es tentador, sobre todo  a sabiendas que no tendrán la más mínima oportunidad de alcanzar esta posición mediante las urnas, incluso algunos tendrán que retirarse de la política por descalificación popular.

 

En entregas anteriores citamos a los más corruptos que quieren, y que pululan en el congreso local, como son, las damas primero, Hortencia Figueroa Peralta, la foca que más fuerte aplaude, con cuentas pendientes de aclarar en Jojutla y quien a últimas fechas ha sido rebasada por el ixtleco Julio Espín Navarrete, toda una fichita de agravios a la sociedad y bueno para la “uña”. Lucía Meza Guzmán, la más improductiva legisladora federal, junto con Javier García, el famoso “Gato violador”, al que en el congreso de la Unión solo lo conocen cada quincena. El más animado y servil, el misógino diputado priísta  Francisco Moreno Merino, a quien no tardan de expulsar del tricolor. Jaime Álvarez Cisneros, el borrachín ex dirigente de Movimiento Ciudadano y Francisco Santillán Arredondo, el convenenciero y vende-patrias de Nueva Alianza. Todos tienen más atributos negativos para enumerar, pero nos faltaría espacio.

 

Cualquiera de ellos sería ideal para Ramírez Garrido porque “le taparía la cola”, sería “la misma gata nada más que revolcada”, y desde luego el poder tras el trono. Sería una extensión del mismo sistema corrupto y rapaz. Tendría  el mismo amañado personal mágico, que con su varita desaparece de un plumazo las tranzas que se cometen al interior. Previsto lo anterior es que en el Senado de la República ya se trabaja por la desaparición de poderes, dada la imperiosa necesidad de que estos personajes y todo el equipo de Jauja-Morelos sean sometidos igualmente ante las autoridades. Muchos de ellos se irán inmensamente ricos, sí, pero despreciados y exhibidos. Algunos de ellos también con boleto “viaipi” para hospedarse en Atlacholoaya.

 

De ahí nuestra pregunta: Y después de Graco qué, o mejor dicho quién integraría ese gobierno de reconciliación? . Lo más posible es que de entre los legisladores federales saliera, o tal vez no,  quien encabezaría el nuevo gobierno a la partida del señor Ramírez, descartando desde luego a los de su misma mafia. Entre los posibles a concluir el mandato se encuentra el diputado Javier Bolaños Aguilar, que a base de esfuerzo y trabajo está hilvanando una exitosa carrera política. Pero de plano diría no, por tener casi amarrada la candidatura para el 18 de Acción Nacional, si su trabajo es relevante como presidente de la mesa directiva en el Congreso de la Unión.

 

El diputado priísta Matías Nazario Morales, uno de los pocos diputados que jala con el pueblo, podría ser un buen prospecto para culminar el ciclo graquista; pero deshacer el entuerto y la crisis que vive Morelos en la actualidad lo vemos muy cuesta arriba. Además el joven político podría esperarse y jugar el mismo cargo para el 2018. Por el lado de los senadores está Fidel Demédicis Hidalgo, acérrimo enemigo de Graco Ramírez y uno de los más activos impulsando la salida del tabasqueño. Ha venido trabajando las bases con bastante ahínco pero mucho se duda que con la “nueva estrategia” del PRD  lo dejen pasar mientras Graco sea figura principal de las tribus amarillas. Fidel debe hacer bien sus cuentas y ver si le alcanza para lanzarse como independiente. Podría, por ser del mismo partido quien culminara este ciclo.

 

Los también senadores Lizbeth Hernández Lecona (PRI) y Rabindranath Salazar Solorio (Morena), son dos personajes que bien pudieran acomodarse y cubrir el lugar que en breve quedaría acéfalo. Lizbeth, creció de manera vertiginosa, pero a pesar de ello, mucho se duda que su partido le diera luz verde para encabezar la candidatura tricolor en el 2018. Sería una buena opción de relevo, y le pondría etiqueta a las féminas para ser la primera gobernadora de Morelos. Es una magnífica oportunidad que no debería despreciar. Rabín el de Morena es otro de los que de plano dicen no, merced al crecimiento que  su partido ha tenido a la sombra del “Peje”; además de ser otro de los que se encuentran casi amarrados para la próxima.

 

Sin embargo, de llegar a formarse un gobierno de reconciliación, no tienen que ser forzosamente políticos los que encabecen la fórmula. También nos gustaría ver caras ciudadanas nuevas, fuera del cartabón de cuantos conocemos y muchos de los que nos han decepcionado. Y por qué no volver los ojos a los independientes que en Morelos lidera Saúl Medina Villagómez? ... Ese si sería un buen cambio... uttsss ...

 

 

P.D. SOY RESPONSABLE DE LO QUE ESCRIBO, NO DE LO QUE TU PIENSAS

 

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