Florestán
El 6 de septiembre de 2006, el Tribunal Electoral declaró la validez de las elecciones presidenciales del 2 de julio y ganador a Felipe Calderón sobre Andrés Manuel López Obrador con .56 por ciento de ventaja, lo que éste siempre ha descalificado como un fraude electoral. Los magistrados coincidieron en señalar que la injerencia del presidente Vicente Fox en el proceso había sido la irregularidad mayor del proceso.
Estos comentarios se centraron en aquella declaración de que no había que cambiar de caballo a la mitad del río, que provocó el ¡Cállate, chachalaca! de López Obrador.
De ahí, ya en el gobierno de Calderón, se derivó la reforma electoral de 2007 que estableció la prohibición constitucional a presidentes de intervenir de modo alguno en los procesos electorales.
Y este es el freno que hoy no reconoce y viola López Obrador en el actual proceso sucesorio.
Ayer declaró que hay una señora —Xóchitl Gálvez— de la que no puedo hablar porque los jueces me lo impidieron. Me notificaron que no hable nada del proceso electoral con la amenaza de que van a levantar un listado de todas las supuestas infracciones que yo cometa para utilizarlas en el momento de la calificación de la elección, cuando es la ley, no el Tribunal.
—¿Apuntan a anular la elección? —le preguntaron a modo, a lo que respondió que sí.
Pues eso es lo que yo pienso que están tramando. ¿Y mis libertades? ¿Van a dar un golpe de Estado técnico desde el Poder Judicial?
López Obrador volvió a cruzar otra línea: meter en la conversación el tema del golpe de Estado.
Sabe que existe la garantía de las fuerzas armadas de que eso no ocurrirá. Entonces, ¿por qué lo sube en línea con sus intelectuales y moneros orgánicos que ampliarán sus voces?
Solo él lo sabe.
RETALES
1. OFENSIVA. López Obrador mantiene su acoso contra periodistas y ayer se registró el secuestro de uno de los más reconocidos del occidente del país, Jaime Barrera, conductor del noticiero nocturno de Televisa-Guadalajara, quien al salir de su programa de radio, al mediodía, fue secuestrado, retrato de la realidad que vive el país y que se niega a reconocer;
2. CRISIS. Guerrero se mantiene como un estado ingobernado. Ayer, tras la revelación presidencial de que el policía que había asesinado al normalista Yanqui Kothan, el jueves, se había fugado, denunció complicidad oficial. Luego se reconfirmó la ruptura entre la fiscalía y la secretaría de Seguridad de este estado, en donde la gran ausente sigue siendo la gobernadora Evelyn Salgado; y
3. DINAMARCA. La bomba de cobalto en el departamento de Oncología del Hospital Juárez de Ciudad de México, para las radioterapias de enfermos de cáncer, rebasó hace tiempo su vida útil, es una reliquia de 29 años en servicio. Ningún gobierno, ni este danés, lo ha cambiado.
Nos vemos mañana, pero en privado