Organismos y expertos advirtieron que la norma de etiquetado, que se aplicaría a cárnicos, aves y huevo, podría derivar en una nueva disputa comercial.
Organismos y expertos se manifestaron preocupados ante la reciente decisión del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) de implementar la norma de etiquetado de país de origen ‘Product of USA’ para productos cárnicos, de ave y huevo, ya que podría derivar en una nueva disputa comercial bajo el T-MEC.
El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) advirtió que esta medida, pese a presentarse como voluntaria, podría generar una segregación con un impacto negativo y regresivo en la integración regional en los sectores agropecuarios de América del Norte, afectando en el corto plazo los flujos comerciales.
Al respecto, Juan Cortina Gallardo, presidente del CNA, dijo que esta regla entraría en efecto desde el primer día de enero 2026, por lo que están a la espera de la redacción final para regresar a Washington y ver qué acciones se van a tomar.
“Esto es una movida política en un año muy político en EU, que tiene elecciones como en México”, destacó en entrevista con El Financiero-Bloomberg.
Enfatizó que el T-MEC, a diferencia del TLCAN, ahora tiene más reglas para resolver el tema mediante mecanismos de solución de controversias, y no descartó que se agregue Canadá a la discusión.
Como parte del proceso regulatorio del USDA, el CNA, la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG) y la Secretaría de Agricultura presentaron comentarios en junio de 2023, buscando que el USDA reconsiderara su propuesta para evitar que se convierta en una barrera comercial que contravenga los acuerdos internacionales, como el T-MEC y los compromisos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Piden represalias
La CNOG advirtió que es posible que en el mediano plazo se observen descuentos al ganado de México exportado a EU, argumentando costos de segregación del mismo para su sacrificio. Por lo tanto, no debe descartarse que México responda con represalias comerciales.
“Solicitaríamos la intervención de la Secretaria de Economía para hacer efectiva, si así procede, la retaliación a que tenemos derecho y pudiese aplicarse principalmente a las desmedidas importaciones de leche en polvo (400 mil toneladas) y carne de puerco (1.4 millones de toneladas) desde los EU”, indicó en un comunicado.
Por su parte, el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) coincidió en que la medida estadounidense detonaría represalias por parte de México.
“Tampoco debemos dejar a un lado las posibles represalias comerciales que esta medida pudiera desencadenar”, afirmó el Consejo, señalando que actualmente, México y Canadá, son el primer y segundo proveedor de carne de res de Estados Unidos, representando un 28 y 20 por ciento de sus importaciones totales, respectivamente.
Kenneth Smith Ramos, socio en el despacho Agon y exjefe negociador del T-MEC, aseguró que México ha señalado que se reserva el derecho a utilizar las herramientas de defensa comercial que existen en el T-MEC y en la OMC.
“Es un tema bastante importante que se puede convertir en una disputa comercial fuerte porque México es un gran exportador de carne de res a EU”, agregó.
Canadá se defenderá
El gobierno canadiense, representado por el ministro de Agricultura, Lawrence MacAulay, y la ministra de Comercio Internacional, Mary Ng, indicó que existe preocupación por cualquier medida que pueda causar interrupciones en las cadenas de suministro altamente integradas de carne y ganado de América del Norte.
“Estamos revisando cuidadosamente la regla final y supervisaremos de cerca sus impactos e implementación, incluso a la luz de las obligaciones comerciales internacionales de EU”, y enfatizó que Canadá planteará el tema en la reunión trilateral de ministros de Agricultura, programada a finales de este mes.
En contraste, tanto el secretario del USDA, Tom Vilsack, como diversos legisladores, defendieron que la etiqueta ‘Product of USA’ “es un paso vital hacia la protección del consumidor y se basa en el trabajo de la Administración Biden-Harris para fortalecer la confianza y la equidad en el mercado donde los procesadores más pequeños pueden competir”, dijo Vilsack, y destacó que ahora los consumidores confiarán en que todo el proceso productivo fue dentro de EU.