Darío García Cortés, coordinador del transporte del Ingenio de Casasano, murió víctima de un ataque a balazos la mañana de este lunes en el Antiguo Camino al Hospital, en Cuautla.
García Cortés fue atacado mientras viajaba en una motocicleta por la colonia Eusebio Jáuregui, del municipio de Cuautla, donde se han incrementado los casos de extorsión, ataques a negocios y homicidios dolosos durante los últimos dos años. La víctima falleció antes de que llegaran los paramédicos a tratar de salvarlo.
Quien fuera representante de los transportistas de la Unión Local de Productores de Caña del ingenio de Casasano, también había fungido como director de Gobernación Municipal en el trienio de Jesús Corona Damián (quien hoy buscará nuevamente la alcaldía), y propietario del restaurante “El Ranchito” en la colonia Puxtla.
Apenas un día antes, el Obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, había denunciado que el crimen organizado pide a los transportistas de caña 50 mil pesos por camión para permitirles el ingreso al Ingenio La Abeja, ubicado en Casasano. “En el ingenio de Casasano ya se acercó el crimen organizado y quiere 50 mil pesos por camión que llega, ¡50 mil! pues van a trabajar para ellos”, acusó el Obispo en su homilía dominical en la Catedral de Cuernavaca e insistió en que mucha gente vive con miedo en Cuautla.
El mismo fin de semana, hombres armados habían atacado el domicilio del regidor, Miguel Barranco García, también líder de los cañeros de Casasano. Los reportes policiales indican que la madrugada del sábado, la puerta principal de la vivienda del regidor, ubicada en la colonia Morelos de Cuautla, recibió 20 impactos de bala.
El jueves, el ingenio frenó el proceso de producción sin que se ofrecieran oficialmente explicaciones.
Menos de 24 horas después de la denuncia pública del Obispo, Darío García Cortés fue asesinado. Por separado y al referirse al homicidio, las tres candidatas a la gubernatura de Morelos, Margarita González Saravia, Lucy Meza Guzmán y Jessica Ortega de la Cruz, se pronunciaron por reforzar la seguridad, particularmente en la zona oriente de Morelos, pero también en el resto del estado, para garantizar la paz de Morelos.
Hasta el cierre de esta edición, ni el gobierno del estado, ni el ayuntamiento de Cuautla se habían pronunciado sobre el crimen.