El Presidente y los morenistas ya están cantando victoria y dicen a pulmón abierto que este arroz ya se coció, que la ganadora es Claudia Sheinbaum porque las encuestas le dan una ventaja de dos dígitos.
Ponderan la encuesta que recientemente publicó el periódico Reforma donde le da 24 puntos de ventaja a Claudia sobre Xóchitl Gálvez, pero olvidan que apenas hace algunos meses lo tildaban de pasquín de los conservadores. Pero, también, olvidan que la realidad es muy terca y puede darles un susto. No olvidar que la única encuesta valida es la del día de la votación del 2 de junio.
Por supuesto las encuestas tienen un grado de probabilidad de ser certeras en su pronóstico, pero lo que estamos viendo es que las encuestas se han convertido en un instrumento de propaganda política y son a modo según el cliente. La ciencia de la política es muy compleja, pero lo que estamos viendo es mucha politiquería, convenenciera y pragmática.
Muchos actores de la sociedad: empresarios, intelectuales, comentócratas y ciudadanos, tal vez abandonen el barco de Xóchitl porque sea la candidata más débil y se vallan con la finta de que ya no alcanzará a Claudia y es mejor irse con la posible ganadora.
Pero también hay actores del otro lado que están dándose cuenta que Xóchitl ha ido avanzando en su posicionamiento político y les puede dar un susto. No olvidar que la contienda política de esta elección se está librando en redes sociales y el comportamiento de los ciudadanos, que aún no han definido su voto, lo harán guiados por sus emociones y percepciones.
Conforme avancen las campañas políticas habrá encantos y desencantos porque saldrá a flote todas las mentiras y engaños de la 4T. El arroz no está cocido.
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