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El doble juego de López Obrador: mejoras para los migrantes en EE UU y rédito electoral

 

El presidente mexicano ha trasladado sus demandas a la campaña electoral estadounidense con un reclamo en el terreno de la migración, un asunto crucial para ambos países, que comparten una kilométrica y conflictiva frontera. Andrés Manuel López Obrador ha insistido en los últimos días en que si alguno de los candidatos a la presidencia de la Casa Blanca se compromete por escrito a regularizar a los 5,3 millones de mexicanos que trabajan allí sin papeles, él compartiría continuamente esa información con sus compatriotas en Estados Unidos, dijo el pasado jueves. Y no son pocos: alrededor de 40 millones de mexicanos (12,3 millones nacidos en México y el resto descendientes) viven en ese país y su potencial en votos es algo que se disputan ya tanto Joe Biden como Donald Trump, los probables contendientes en las presidenciales de noviembre.

Sabedor del tesoro que representan los emigrantes en las elecciones estadounidenses, el presidente Obrador está explotando ese filón para llevar el agua a su molino, porque a su partido también le reportaría simpatías para su propia campaña presidencial, que se celebra el 2 de junio. La semana pasada, el mandatario dijo que si se regularizaba a los mexicanos indocumentados, que llevan años trabajando en el país, lo diría no solo en una conferencia matutina, sino en muchas. Sería, pues, un discurso que se escucharía a diario. López Obrador, poco o nada dado a las entrevistas, concedió una el pasado domingo a la cadena estadounidense CBS, en el programa 60 minutes, uno de los noticieros más vistos de aquel país, y aseguró que era para consumo de la comunidad mexicana allá. Pero el resultado del encuentro con la periodista Sharyn Alfonsi no le ha satisfecho a plenitud y ha decidido publicar la grabación íntegra. La razón era la misma, que se conozca su empeño por regularizar a los migrantes, algo que se descartó en la entrevista emitida.

“No estoy hablando de censura, respetamos mucho lo que hicieron [en la televisión], ellos manejan sus tiempos y sus estrategias”, aclaró, “pero necesitamos que se informe a la gente y sobre todo a los migrantes. Nos importa mucho que los migrantes lo vean, porque hablé de nuestro planteamiento, de que regularicen, ahora que los candidatos están ofreciendo muchas cosas en Estados Unidos. Así también lo damos a conocer al pueblo de México”, ha dicho López Obrador en la conferencia de este martes. “La entrevista fue amplia, pero solo se transmitieron 17 minutos”, ha añadido el presidente.

Ha contado también que la periodista le preguntó por su demanda de que Estados Unidos destine 20.000 millones de dólares cada año para ayudar a los países de dónde parten los migrantes, Latinoamérica y el Caribe, “algo que no se hace desde la Alianza para el Progreso en tiempos del presidente Kennedy”. “Me dijo [Sharyn Alfonsi] que a los políticos en Estados Unidos les parece mucho, y yo le contesté que si no se les hace mucho lo que destinan a la guerra, es una cantidad mucho menor la que pedimos”, ha explicado.

La idea de Obrador de que los estadounidenses “conozcan los puntos de vista” de la Administración mexicana se convertirá probablemente en un tema recurrente de sus conferencias. El presidente parece empeñado en cumplir su palabra y sacar a la luz cada día aspectos de su política de migración que quedaron sin publicarse en dicha entrevista. Y no solo eso, también habló de armas, “porque es importante que haya una reflexión sobre esto. El 75% de las armas de contrabando que entran en México son de origen estadounidense y la mitad, de Texas, donde el gobernador pone vallas de alambre de púas sobre el río”, dijo el presidente. De este modo, píldora a píldora, López Obrador va colocando en el discurso público sus reclamos a los vecinos del norte.

No es la primera vez que el mandatario mexicano se queja de la opinión que la población estadounidense tiene sobre los emigrantes, como drogadictos o delincuentes. “Son trabajadores honestos”, ha dicho en más de una ocasión. Y lo ha explicado con cifras sobre el dinero que estos millones de personas dejan en la economía estadounidense, puesto que pagan impuestos aunque sean indocumentados: 324.000 millones de dólares anuales aportan a las arcas públicas de aquel país, según los datos de la canciller Alicia Bárcena, una vez descontadas las remesas que envían a sus familias en México.

Demócratas y republicanos apelan desde hace años al voto latino en sus elecciones, porque son muchos millones de ciudadanos los que pueden ejercer ese derecho. El líder republicano Donald Trump maneja un doble discurso, por un lado, los desprecia diciendo que “vienen de todas partes y atacan a la buena gente” y por otro reclama su voto en los caladeros del voto latino que les son proclives. También del gobernador de Texas, Greg Abbott, llegan innumerables invectivas contra los migrantes que tratan de cruzar su frontera, amenazante siempre con las alambradas y la detención de personas. López Obrador nunca lo olvida en sus discursos. “La integración económica es una realidad. Si cierran las fronteras, los ciudadanos pagarán más por lo que consumen, puse el ejemplo en la entrevista de un vehículo, que de promedio les saldría entre 10.000 y 15.000 dólares más caro. Cuando hablan de cerrar las fronteras no obedecen a lo racional, es solo una manifestación propagandística”, ha afirmado este martes.

Mientras el presidente mexicano tiene cada día más recortadas sus intervenciones en la conferencia matutina, porque así se lo exige el Instituto Nacional Electoral para que no interfiera en el proceso del 2 de junio, sus reclamos viran ahora hacia Estados Unidos, donde también encuentra una forma de posicionar su discurso. En su país y fuera de él. Si uno de los candidatos estadounidenses anunciara la regularización de los migrantes, tendría en el mandatario mexicano un aliado para conseguir el voto migrante para las presidenciales de la Casa Blanca.

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Nacional
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