El Tren Maya no sólo tiene deficiencias en la infraestructura de la vía férrea, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) también reportó el mes pasado pagos indebidos por 256 millones de pesos para adquirir predios y liberar el derecho de vía en el tramo 7, pero sin contar con avalúos; incluso, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) compró un predio de 295 mil 157 metros cuadrados que no será utilizado.
Sin embargo, la ASF sólo auditó 61 pagos por 2 mil 397 millones de pesos para adquirir 32 predios, de los mil 530 terrenos que se compraron en total por 3 mil 784 millones de pesos y por los cuales se hicieron 2 mil 634 pagos, por lo que quedaron sin observar 2 mil 573 pagos por mil 387 millones de pesos, de acuerdo con la auditoría 2022-2-21W3X-22-0107-2023.
También hubo fallas en la planeación del proyecto del Tramo 4, que va de Izamal a Cancún, en los estados de Yucatán y Quintana Roo, pues se pagaron trabajos innecesarios para construir estructuras y plataforma de la ,vía y en la modernización de la autopista Mérida-Cancún, antes de que se modificara el trazo de la vía hacia Cancún.
“Se determinaron deficiencias en la planeación del proyecto, ya que durante la visita de verificación física realizada conjuntamente entre personal de la entidad fiscalizada y de la ASF, del 23 al 27 de octubre de 2023, se constató que se realizaron trabajos de estructuras, autopista y plataforma de vía que finalmente no fueron necesarios, es decir, se trata de obra ociosa, como resultado de que se modificó el trazo de la vía con el ramal hacia Cancún (Pk 215+000 = km 271+000)”, especifica la auditoría 2022-3-21W3N-22-0114-2023, emitida el 6 de febrero de 2024.
Dichos trabajos iniciaron el 20 de julio de 2021, porque en el trazo original se consideró utilizar el derecho de vía de la autopista de cuota Mérida-Cancún y la longitud del ramal hacia Cancún estaría sobre caminos existentes que confluyen con la Avenida Huayacán.
Sin embargo, nueve meses después se modificó el trazo de la vía y se informó al contratista el 4 de mayo de 2022 que, a solicitud del responsable técnico de la Gerencia de Fonatur Tren Maya, reiniciarían las obras por la adquisición de derecho de vía en la zona del aeropuerto de Cancún.
“El 28 de abril de 2022, el gerente de Enlace Territorial de Fonatur Tren Maya con nota informativa indicó que el trazo original presentaba complejidad en la adquisición del derecho de vía por la existencia de viviendas e instalaciones que elevarían el costo del proyecto, así como la necesidad de reubicar instalaciones existentes de gas, líneas eléctricas de media y alta tensión, fibra óptica, agua potable y gas, y que el tiempo de liberación de algunas de las superficies rebasaba el tiempo establecido por el proyecto, que debía concluirse en su totalidad en diciembre de 2023”, detalló la ASF.
Incluso, se erogaron 18 millones 265 mil pesos para proteger y tratar zonas de vestigios arqueológicos en cinco de los 159.8 kilómetros del Tramo 3 del Tren Maya, que va de Calkiní a Izamal, en Campeche y Yucatán, a pesar de que en dicha área no existen restos, de acuerdo con minutas celebradas entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Fonatur.
“Se determinó que no había monumentos arqueológicos, por lo que no debieron pagarse las subpartidas de ‘Protección de vestigios’ y ‘Tratamiento en zona de vestigios’, y al descontarse en donde no se determinaron vestigios nos da el monto observado”, señaló la ASF en la auditoría 2022-3-21W3N-22-0113-2023, presentada el mes pasado.
En las irregularidades detectadas por la ASF en el Tren Maya también se ha visto involucrada la Comisión Federal de Electricidad (CFE), porque el Fonatur dio un anticipo de 200 millones de pesos, sin que ésta le emitiera factura, para electrificar los tramos 3b, 4, 5 y 6. A su vez, la CFE subcontrató 82.4% de los servicios, entre ellos el proceso de construcción (obra civil y electromecánica), con lo cual incumplió con lo establecido en las cláusulas del convenio (subcontratar como máximo 49%), según especifica la auditoría 2022-6-90UJB-22-2110-2023.
Finalmente, al auditar los trabajos en el Tramo 6, que va de Tulum a Chetumal, en Quintana Roo, la ASF reportó que Fonatur no presentó el Programa de Vigilancia Ambiental y tampoco explicó cuál fue el destino de la madera de los árboles derribados para construir la vía, por lo que emitió dos Promociones de Responsabilidad Administrativa Sancionatoria.
“No se acreditó el Programa de Vigilancia Ambiental en que se señalen las acciones que se habrían de realizar, la metodología aplicada, el plazo y el programa de ejecución, así como la documentación mediante la cual se llevaron a cabo las medidas de mitigación ni se acreditó el manejo, registro y control del material destinado para el troceo mediante su respectiva bitácora, como tampoco el manejo, control y registro del arbolado recuperado y donado, supervisado por un ingeniero forestal que cuente con registro forestal”, especifica la auditoría 2022-0-07100-22-2111-2023.