Para los nacionalpopulistas, quien critica a Hugo López-Gatell es enemigo del presidente López Obrador, y por esto cometieron la estupidez de pretender que el periodista Manuel López San Martín, por hacer un merecido comentario sobre el doctor muerte, fuera impedido de participar como moderador en el debate del próximo domingo.
Con esa misma lógica, esos alérgicos a la libertad de expresión han de creer que otros probables e impunes delincuentes como Francisco Garduño, director del siniestro Instituto Nacional de Migración; Ignacio Ovalle, ex titular de la saqueada Segalmex, o los inexplicables gobernadores Evelyn Salgado, Cuitláhuac García, Layda Sansores, similares y conexos encarnan también la falsaria y destartalada “cuarta transformación”.
Después de fracasar como “estratega” del combate a la pandemia y dejar un saldo de 800 mil muertos; de hacer el ridículo al buscar el gobierno de Ciudad de México, una senaduría y la alcaldía de Coyoacán, el ex subsecretario fue rescatado por el primer mandatario y suscitó este comentario (MVS) de López San Martín:
“Regresa el apestado Hugo López-Gatell; no le dieron candidatura en Morena y el presidente López Obrador lo recoge, lo saca de la basura y se lo trae como asesor en materia de salud. El hombre que mintió, el hombre que se equivocó en todo, el hombre que provocó un montón de muertes durante la pandemia, vuelve…”.
Representante del parasitario Partido del Trabajo ante el Instituto Nacional Electoral, Gerardo Fernández Noroña se apresuró a comentar y amenazar:
“Lamentabilísimas sus expresiones previo al primer debate presidencial. Me parece imprudente, me parece insensible, me parece una provocación y nos obliga a pedir que sea retirado como moderador en el primer debate. En la sesión del INE yo expresaré que lamento sus expresiones (…). Es inaceptable que alguien que sea tan pugnaz en contra de nuestro movimiento pueda moderar con imparcialidad este primer debate…”.
¿Opinar sobre López-Gatell es agraviar, como dijo Fernández Noroña, a “nuestro movimiento”?
Claudia Sheinbaum atizó la descocada petición:
“No me pareció lo que dijo, esta denostación a una persona. Puedes no estar de acuerdo, pero esta denostación que se hace y luego aparte querer ser imparcial en un debate, sí es importante que se revise”, declaró.
Mario Delgado, líder formal de Morena, no resistió sumarse al ataque:
“Que no trate de robarse el show, de ser el protagonista o peor, que se convierta en un instrumento de la derecha. Estamos haciendo (con el Verde y el PT) este comunicado a la presidenta del INE (…). Que no le vayan a ganar sus filias, sus fobias, sus odios, sus rencores. Rechazamos su participación como moderador en el primer debate presidencial, al considerar que por sus valoraciones en contra del gobierno (…). Es que se les ve el odio que tienen contra el gobierno, contra el Presidente; les brota el clasismo, les brota el racismo…”.
Por fortuna el INE mandó al carajo la descocada y lloricona petición…