Incognitapro

COORDENADAS

Lecciones tras un mes de campañas

Las campañas electorales federales en México son cortas. Formalmente duran tres meses.

Claro, en la realidad, han durado mucho más tiempo. Sin embargo, sea como sea que se mida, quedan solo dos meses, o si quiere el dato más preciso, ya solo quedan 53 días de campaña.

El Financiero publicó el lunes 1 de abril los resultados más recientes de su encuesta de intención de voto.

El dato más relevante es que tras un mes se refrenda la ventaja de Claudia Sheinbaum respecto a Xóchitl Gálvez de 17 puntos, de acuerdo con ese estudio demoscópico.

 

El mes de campaña es la tercera parte del total.

El estilo de hacer la campaña, los impactos, todo lo que se produce al hacer una campaña electoral ya quedó de manifiesto en los resultados de los primeros 30 días.

De acuerdo con las cifras de la encuesta de El Financiero, Claudia no logró ampliar la ventaja, pero la mantuvo. Y los 17 puntos de ventaja que tiene son una inmensidad.

Desde la perspectiva de la campaña de Xóchitl Gálvez, no se logró recortar la ventaja.

Si ella y su equipo fueran objetivos y tomaran acciones sobre la base de las evidencias, entonces debieran cambiar su estrategia de manera radical. Ya no tienen tiempo.

Lo que el primer mes de campaña nos dice es que si la candidata del frente opositor sigue como va, perderá por una diferencia de dos dígitos.

Pero, como AMLO, la campaña de Xóchitl también tiene otros datos.

De acuerdo con los encuestadores cercanos a Xóchitl, la diferencia es de poco más de 5 puntos. No importa si su tasa de rechazo en las llamadas telefónicas en la que basan la encuesta sea de 95 por ciento.

Creo que si el equipo de la senadora Gálvez no asume que este mes de campaña no recortó nada de la enorme desventaja que tenía y sigue con su misma estrategia, terminaremos el mes de abril con una diferencia semejante y estaremos a un mes de que las campañas concluyan.

Tal vez algunos piensen: en abril tendremos dos de los tres debates entre las candidatas presidenciales y eso puede cambiar todo el panorama.

En efecto, este domingo 7 de abril será el primero y el próximo domingo 28 de abril, el segundo.

Claro que todo puede suceder, pero lo que la historia nos dice es que los debates casi nunca cambian las intenciones de voto.

Por un lado, está la limitada audiencia. De acuerdo con la encuesta de El Financiero, solo el 9 por ciento de los entrevistados está “muy interesado” en las campañas electorales; 31 por ciento están “algo interesados”, y 59 por ciento están “poco o nada interesados”.

Puedo equivocarme, pero me parece que el debate del próximo domingo será seguido solo por un grupo relativamente pequeño de electores.

El escenario es que, al margen de lo que ocurra en ese primer encuentro entre las dos candidatas y el candidato, poco cambiará en las intenciones de voto.

Le quedarán a Xóchitl algo así como siete semanas de campaña. Son muchas o son nada, según las aproveche.

Si la estrategia es seguir como hasta ahora e ir fundamentalmente a donde le aplaudan, creo que eso hará que el resultado esté definido.

La única duda que quedaría es con cuánto margen ganarían Morena y su candidata.

He testimoniado todas las campañas electorales desde el año 1988. Ningún candidato, pese a tener montañas de evidencias en contra, admite que viene la derrota.

Ninguno.

No van a cambiar las cosas esta ocasión.

Ámbito: 
Nacional