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DÍA CON DÍA

Corrupción. Confesión de parte

 

No deja de sorprender la intensidad propositiva con que anunció Claudia Sheinbaum, por boca del ex gobernador Javier Corral, su plan anticorrupción.

Se diría que hay mucho que hacer. De hecho, vista la cascada de propuestas, se diría que hay todo que hacer, que no se ha hecho nada.

Es raro, porque el Presidente ha sacado varias veces su pañuelo blanco declarando que en México se terminó la corrupción.

Corral va a poner en orden las notarías, las leyes, las instituciones que ahora sí serán el filtro de la inmundicia que persiste, por lo visto, pese al pañuelo.

No dudo de la calidad de los planes de Corral, y entiendo que no toque el pañuelo blanco del Presidente ni algunos hechos sobresalientes del sexenio más opaco de la joven democracia mexicana, digamos la estafa de 16 mil millones en Segalmex.

Es buena la estrategia de proceder como si se viniera de Marte, evitar la historia de un presidente que ha recibido dinero ilegal para hacer política desde que era jefe de gobierno de la Ciudad de México.

Hay evidencias de esto a lo largo de los años ,y no en rumores o versiones periodísticas, sino en videos donde personeros del Presidente recogen dinero en efectivo para él.

Empezando por los videos de René Bejarano en 2004, entonces su hombre de confianza, y de Carlos Ímaz, entonces esposo de Claudia Sheinbaum, miembro del gabinete capitalino, recibiendo billetes de Carlos Ahumada, un contratista del gobierno de la ciudad.

Hemos visto también a los hermanos del Presidente, Pío y Martín, recibiendo sobres, y a su hombre de confianza, Alejandro Esquer, haciendo un carrusel para dispersar dinero en una sucursal bancaria.

Hay un libro, El rey del cash, que describe el mecanismo del lopezobradorismo para colectar dinero ilegal en efectivo. Y hay otro libro, Traición en Palacio, sobre las colectas del ex consejero jurídico de este gobierno, Julio Scherer Ibarra.

Quizá cuando acaben de llegar de Marte los nuevos estrategas anticorrupción puedan atender estas cosas. Por lo pronto, lo que nos dicen es que cuando despertaron, seis años después, la corrupción seguía ahí.

Vale. A confesión de parte, relevo de prueba. 

Ámbito: 
Nacional