El gobierno de Andrés Manuel López Obrador suspendió las relaciones diplomáticas con Ecuador tras la irrupción de un cuerpo de élite de la policía de ese país a la embajada mexicana en Quito para detener al ex vicepresidente Jorge Glas, a quien horas antes el mandatario le concedió asilo.
“Me acaba de informar Alicia Bárcena, secretaria de Relaciones Exteriores, que policías de Ecuador entraron por la fuerza a nuestra embajada y se llevaron detenido al ex vicepresidente de ese país, quien se encontraba refugiado y tramitando asilo por la persecución y el acoso que enfrenta”, informó el Presidente.
En su cuenta de X, calificó este hecho de “una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México”, por lo que, dijo, instruyó a la canciller a proceder de manera legal y que de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador”.
Me acaba de informar Alicia Bárcena, nuestra secretaria de Relaciones Exteriores que policías de Ecuador entraron por la fuerza a nuestra embajada y se llevaron detenido al exvicepresidente de ese país quien se encontraba refugiado y tramitando asilo por la persecución y el acoso…
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) April 6, 2024
Sin embargo, en un comunicado posterior, Bárcena confirmó el “inmediato rompimiento” de estas relaciones ante “la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en ese país.
“Personal diplomático de México en Ecuador abandonará ese país de inmediato. México espera que se ofrezcan las garantías necesarias para el abandono del personal mexicano”, puntualizó.
La policía ecuatoriana ingresó al recinto consular anoche para aprehender a Glas, quien se encontraba ahí desde el 17 de diciembre de 2023.
En videos se observa a las fuerzas de seguridad trepar paredes y vallas de la sede y luego salir de esa residencia, que estuvo desde temprano fuertemente custodiada por militares, en medio de tensiones entre ambos gobiernos.
Los uniformados, que llegaron a bordo de vehículos negros, rompieron las puertas externas y accedieron a los patios.
El jefe de la cancillería y Asuntos Políticos de la embajada, Roberto Canseco, en declaraciones a periodistas denunció que los agentes irrumpieron y agredieron al personal de guardia de la sede diplomática.
“Esto es totalmente inaceptable, no puede ser, es la barbarie”, reprochó Canseco y aseguró que los agentes lo encañonaron y golpearon cuando los encaró para tratar de impedir que violaran el espacio de la embajada mexicana en Quito.
Alicia Bárcena calificó esta irrupción de “insólita, inadmisible e indignante”, pues, consideró, que ni en las peores dictaduras un país se había atrevido a algo “tan grave” para violentar normas internacionales.
En entrevista para MILENIO Tv, confirmó que el avión militar dispuesto para recoger a la embajadora Raquel Serur no había salido a Quito y ahora, ante la irrupción en la embajada, el operativo se modificará porque deberá salir todo el personal.
Denunció que la “agresión física” sufrida por su jefe de cancillería “fue algo insólito, inesperado, nunca nos imaginamos que se pudiera dar una situación así”.
También advirtió que recurrirán a la Corte Internacional de Justicia y a todas las instancias internacionales posibles para denunciar la responsabilidad de Ecuador por la violación irreparable a la Convención de Viena.
“Abusó de inmunidad”
Por separado, el gobierno ecuatoriano difundió un comunicado confirmando la detención de Glas y su puesta a disposición de las autoridades competentes.
En el texto titulado “Defendemos la soberanía nacional, cero impunidad”, argumentó que “ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político” y “al haberse abusado de las inmunidades y privilegios a la misión diplomática que lo albergaba y conceder un asilo diplomático contrario al marco convencional, se procedió a su captura”.
Desde la mañana del viernes, la embajada de México en Quito lució con una fuerte custodia policial. Uniformados cerraron la principal avenida de acceso a ese sitio y desde horas antes grupos de militares se movilizaron en los alrededores.
Desde 2017, Glas cumple dos condenas, una por un caso de sobornos y otra relacionada al caso Odebrecht. Fue liberado a finales de noviembre de 2022. Además, tiene una investigación abierta en su contra por irregularidades en las tareas de reconstrucción del terremoto de 2016 durante su gestión.
Horas tensas
En la conferencia mañanera, López Obrador otorgó la calidad de asilado al ex vicepresidente ecuatoriano y anunció que ya se hacían las gestiones para que Quito aceptara la salida de Glas.
“Se están haciendo los trámites. Lo que estaban buscando es que aceptáramos que entraran a la embajada o que les entregáramos al ex vicepresidente, eso no lo podemos hacer, es una cuestión de principios; la política exterior de México se caracteriza por proteger a perseguidos políticos”, puntualizó.
Acusó un exceso de fuerza en el dispositivo de seguridad instalado alrededor de la sede diplomática, mientras que la cancillería habló de “un claro hostigamiento” que viola flagrantemente la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
En ese momento, rechazó romper relaciones con Ecuador, pese a la expulsión de la embajadora de México, Raquel Serur, e informó de su instrucción para que la Fuerza Aérea la sacara de ese país.
Poco antes de la irrupción, la canciller mexicana publicó un mensaje en X en el que insistía a Ecuador para conceder el salvoconducto a Glas que le permitiera salir, pues “el derecho de asilo es sagrado… estamos actuando en congruencia plena con las convenciones internacionales”.
Un día antes, la tensión entre los dos países escaló después de que López Obrador hiciera unas declaraciones que Ecuador consideró “muy desafortunadas” sobre las últimas elecciones; en respuesta, el gobierno ecuatoriano declaró persona non grata a la embajadora de México.
Tras la irrupción, los tres candidatos presidenciales cerraron filas contra el despliegue de la policía ecuatoriana; Jorge Álvarez Máynez, de MC, la tildó de atentado a la soberanía de México; Xóchitl Gálvez, de Va por México, aseguró que las sedes diplomáticas de cualquier nación extranjera “son inviolables”, y Claudia Sheinbaum, de Morena, la llamó “afrenta a la diplomacia y el derecho internacional que es inadmisible”.
Otros que manifestaron su rechazo fueron el ex canciller Marcelo Ebrard; Ana Lilia Rivera, presidenta del Senado, la senadora Claudia Ruiz Massieu y Ricardo Monreal.