El Kremlin calificó el ataque como una "provocación muy peligrosa", mientras Ucrania niega cualquier implicación
Este lunes, Rusia ha denunciado un reciente ataque con dron contra la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la cual está bajo el control de las fuerzas rusas desde marzo de 2022. Afortunadamente, el ataque no ocasionó riesgos para la seguridad, según informaron fuentes oficiales.
En un comunicado emitido a través de la dirección de la central en Telegram, se indicó que “los intentos de las fuerzas ucranianas de atacar la central nuclear de Zaporiyia continúan. Hoy, lunes, sobre la planta fue derribado un dron kamikaze”. Se detalló que los restos del aparato destruido cayeron sobre la cúpula del edificio que alberga el sexto reactor de la planta, pero no causaron daños significativos ni riesgos para la seguridad de la mayor central nuclear de Europa.
No obstante, el comunicado advirtió sobre las consecuencias negativas si los bombardeos no cesan, señalando la gravedad de la situación. El Kremlin ha calificado este último ataque como una “muy peligrosa provocación”, intensificando la tensión en la región.
Ucrania niega participar en ataque contra planta nuclear
Por su parte, Ucrania negó su participación en cualquier operación militar contra la planta, después de que Rusia y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) denunciaran un ataque directo con drones contra la infraestructura. “Ucrania no está implicada en ninguna provocación armada en las dependencias de la central nuclear de Zaporiyia ocupada ilegalmente por Rusia”, afirmó Andrí Yusov, portavoz de la inteligencia militar ucraniana, al diario ‘Ukrainska Pravda’.
El OIEA había informado previamente de un ataque con drones que provocó daños “menores” en uno de los reactores de la central. En respuesta, la agencia atómica rusa Rosatom denunció que al menos tres personas resultaron heridas en el ataque ucraniano contra la planta.
La situación entre Rusia y Ucrania en torno a la central nuclear de Zaporiyia continúa siendo motivo de acusaciones cruzadas, con ambos países señalándose mutuamente por utilizar la infraestructura con fines militares y amenazar la seguridad nuclear en la región.