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EL ASALTO A LA RAZÓN

No fue ritual de premiación a la '4T'

Echado para adelante por el anillo al dedo que le regaló el estulto y primitivo gobierno ecuatoriano con la irrupción policiaco-militar en la embajada mexicana y la exitosa condena internacional, el presidente López Obrador modificó de un día para otro, radical y equivocadamente, su opinión inicial sobre el debate del domingo.

Le preguntaron el lunes si lo había visto y respondió:

“Sí vi el debate. Estuvo muy bien, bastante bien, y es lo que puedo decir”. Dijo que lo vio en el hotel de Manzanillo donde se hospedó y que le pareció “interesante”, porque le hizo recordar los debates en que participó.

—¿Cumplió con la expectativa que tenía en el intercambio de ideas? –le preguntaron.

—No puedo hablar de eso —contestó, reconociéndolo como uno de los “ejercicios necesarios, importantes”, y lo exaltó:

“Es lo que planeó el INE y se tiene que respetar el formato que se decide (...). Y bien, todo en calma, todo bien, requetebién...”.

¿Pues una de dos: o no lo había visto (aunque ayer miércoles repitió que lo vio el domingo en Mazatlán), o lo vio hasta el lunes porque el martes, entrometiéndose de nuevo en lo que tiene prohibido, juzgó requetemal aquello que había considerado “requetebién”, y descargó:

“En toda la narrativa del debate, ¡en toda la narrativa del debate!, se habló de lo que sostienen nuestros adversarios de los medios de manipulación. Toda la narrativa del debate fue eso: no reconocer absolutamente nada (…). Lo que utilizaron para hacer las preguntas (fue) con una supuesta consulta a todos los ciudadanos, dejándole a los conductores el privilegio de escoger qué preguntas hacer…”.

Ironizó: “¡qué mal estamos en salud! sin reconocer absolutamente nada. ¡Qué mal en educación!, qué mal en todo…!”, y reprochó que tampoco se le reconociera “lo que se ha hecho en el combate a la corrupción. No fueron capaces de hacer distinciones, todo fue a tabla rasa…”.

¿Creerá que el debate es de premios o reconocimientos a la 4T?

De las preguntas, recordó “una de Denise: ‘¿Cómo hacerle para enfrentar la gran corrupción que persiste, que viene desde no sé qué gobierno, pero ahí está?’. ¡Como si nosotros fuésemos iguales…!”.

Alguien debiera decirle que no fue Denise, sino la ciudadanía, la que formuló preguntas acerca de lo que más le interesa.

“¿Cómo no vamos a ser distintos? Aquí me pasaría poniendo ejemplos. Ojalá y Denise logre hacer un análisis para diferenciar…”.

Omite lo que debiera saber:

A los moderadores Denise Maerker y Manuel López San Martín les entregaron 108 preguntas seleccionadas por aleatoriedad y frecuencia, derivadas de 24 mil, formuladas en la plataforma digital diseñada por el INE y procesadas por el apartidista Laboratorio Interdisciplinario del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente Signa Lab. Y de las 108, los periodistas eligieron las 30 que consideraron más relevantes, tal y como lo acordaron los representantes del INE y los partidos políticos… incluido el del Presidente.

Ámbito: 
Nacional