* UAEM: CERCA LA SOLUCIÓN
Los expertos en negociación y solución de conflictos políticos suelen definirlos por sus niveles de severidad y arraigo. Severidad se refiere al impacto del problema en el individuo o la sociedad. Cuando no la hay, el asunto puede manejarse a través de medios no sofisticados sin esperar graves consecuencias, incluso si no se tiene éxito. Pero un conflicto que es realmente severo en sus resultados (por ejemplo, uno que pueda derivar en violencia generalizada, o quizás destrucción en masa), nunca debe manejarse a través de procesos pragmáticos y no ensayados. En el conflicto prevaleciente entre algunos directivos de la Universidad Autónoma de Morelos (UAEM) y el gobierno estatal, la Rectoría apostó muy alto al ofrecer la cabeza del gobernador Graco Ramírez sobre la bandeja de quienes, hace ya casi cuatro años, se convirtieron en sus detractores políticos, con agendas personales bien definidas. De sobra conocidos, tales personajes aprovecharon la coyuntura ofrecida por el rector Alejandro Vera y algunos de sus cancerberos para sacar raja. Propios y extraños vimos cómo el funcionario académico entregó su prestigio y calidad profesional a caciques transporteriles; a líderes burocráticos que durante lustros consiguieron dádivas oficiales mediante presiones; y a quienes en 2012 buscaron incrustarse en la administración estatal sin conseguirlo, ante lo cual han querido defenestrar al titular del Poder Ejecutivo bajo múltiples pretextos. Ha sido muy grande su sed de venganza.
En resumen: Alejandro Vera compró y sudó calenturas ajenas, amén de que hizo lo mismo con la agenda personal de Javier Sicilia, persona más interesada en conseguir reflectores nacionales, que en consolidar la excelencia académica de nuestra máxima casa de estudios. Pero todo es negociable, estimados lectores, siendo así como el conflicto de la UAEM con el gobierno morelense está alcanzando un punto de rompimiento hacia las soluciones de fondo. Ayer se difundió un comunicado de la UAEM en cuyo texto se refrenda la confianza del Consejo Universitario en el rector, a quien además le solicitaron “hacer todo lo posible” para establecer el diálogo con las autoridades estatales. Este es un gran paso (yo lo consideraría histórico), aunque condicionado a la sumatoria del Poder Ejecutivo a la atención y solución de la grave crisis financiera por la cual atraviesa la Universidad. En el mismo contexto, el Consejo Universitario emplazó al Ejecutivo a establecer fecha y hora “para llevar a cabo la negociación respecto de los pendientes y adeudos que tiene con la UAEM”. Lo anterior se relaciona con los acuerdos pactados entre las autoridades estatales y universitarias a comienzos de año, luego del “Plantón de la Dignidad” frente a Palacio de Gobierno. El comunicado universitario confirma una y otra vez que el rector Vera es el representante de la UAEM y así deberá ser tratado por el gobierno estatal.
Sin embargo, me parece que quienes redactaron el boletín buscaron salvar las apariencias con respecto a la delicada posición del multicitado directivo académico, quien metió a la Rectoría en un berenjenal, cuyo costo todavía no es medible. Eso lo veremos cuando las fuerzas políticas de la comunidad universitaria se perfilen hacia la sucesión del actual rector. Lo tangible, lo real es que la cada vez más cercana quiebra técnica de la UAEM finalmente ubicó a la Rectoría en un sitio realista y no sobre el montaje que les ha servido a los oportunistas de siempre para sacar raja política. El fondo de la problemática universitaria es económico y su punto de ruptura no aguantará más allá de octubre. El comunicado, faltaba más, retoma el tema favorito de Javier Sicilia en materia de derechos humanos, mismo que ya está siendo atendido por la Secretaría de Gobernación, pero lo esencial deberá ser resuelto por la Rectoría y el gobierno morelense. Solo falta que desde el Ejecutivo se envíen las señales correctas, tendientes a distender el conflicto, y se establezca una primera mesa de negociación, quizás conformada por los representantes financieros de la UAEM y el Estado… en un escenario neutral. Tendrán que hacer cuentas y proceder a saldar pendientes… si los hay. A ver.
Pese a los conflictos generados por detractores de la administración estatal en las últimas semanas, Morelos se apresta a vivir en paz y tranquilidad las fiestas patrias. En la ceremonia del Grito de Independencia están dadas las condiciones para que los morelenses y visitantes puedan acudir y disfrutar del evento, de acuerdo con lo que puso de manifiesto ayer el secretario de Gobierno, Matías Quiroz, quien advirtió que se han tomado las previsiones necesarias a través de la Comisión Estatal de Seguridad que encabeza Alberto Capella. El Frente Amplio Morelense (FAM) anunció el retiro del plantón que oficialmente mantenía en el centro de Cuernavaca, pero lo reinstalará el sábado. El desfile, como ya se ha difundido, recorrerá este año la avenida Poder Legislativo en el norte de la ciudad capital morelense.
Fue una sorpresa y ha dividido opiniones la propuesta del Presidente del Congreso, Francisco Moreno Merino, en cuanto a dotar a Morelos de una nueva Constitución Política. Sin embargo, paulatinamente se le suman adhesiones, como la de ayer de la titular del Poder Judicial, Verónica Cuevas López, quien se manifestó a favor. En tanto, el apoyo público otorgado a esta idea por algunos legisladores, como Julio Yáñez Moreno y Esaú Mondragón Corrales, permite pensar que hay acuerdo entre los legisladores para trabajar en la nueva Constitución y lograr que la legislatura 53 deje para la historia un legado intelectual importante. A ver.
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