Se termina el gobierno de López Obrador y podemos empezar a verlo completo. Lo que vemos es una herencia de ruinas y la amenaza, a medio cumplir, de una autocracia: corona de las ruinas.
La temporada de autopsias empezó en 2020, con un libro anticipatorio, coordinado por José Woldenberg y Ricardo Becerra: Balance temprano. Desde la izquierda democrática.
Siguió en 2021, con reflexiones de alto poder analítico y puntual registro de hechos, en Roger Bartra: Regreso a la jaula (2021); Carlos Elizondo Mayer Sierra: Y mi palabra es la ley (2021) ; Laurie Ann Ximénez-Fyvie: Daño irreparable; Jesús Silva Herzog Márquez: La casa de la contradicción, Luis Antonio Espino: López Obrador: el poder del discurso populista.
2022 trajo el libro de Macario Schettino, México en el precipicio. El fracaso económico de la 4T, y el de Elena Chávez: El rey del cash.
2023 cosechó los libros de Denise Dresser: ¿Qué sigue?. 20 lecciones para ser ciudadano ante un país en riesgo; Pablo Hiriart: AMLO. El costo de una locura, Hernán Gómez Bruera: Traición en palacio. El negocio de la justicia en la 4T; un segundo libro de Elena Chávez: El gran corruptor, y otro de Pablo Hiriart: El destructor.
2024 trajo a las librerías un volumen de autoría colectiva: El daño está hecho. Balance y políticas para la reconstrucción, un Informe de 450 páginas de la comisión independiente para la investigación de la pandemia, y el libro de María Amparo Casar: Los puntos sobre las íes.
Como ningún otro, el libro de Casar desató la furia que suele bajar de Palacio hacia sus críticos, pero corregida y aumentada, pues incluye la amenaza de una persecución judicial.
Si la furia de López Obrador tiene que ver con el contenido de este libro, tiene algo de razón. Es la autopsia más completa, más documentada y más actualizada no sólo de los cadáveres insepultos que está dejando este gobierno, sino de los muchos zombies que deja también, y que los mexicanos tendremos que enterrar en los años que vienen.
Casar ha puesto efectivamente los puntos sobre las íes sobre los cadáveres insepultos y sobre los zombies que López Obrador le está heredando a la nación.